El LG G5, del que ayer mismo pasamos la review por estas líneas en otra entrada, no ha sido aquel buque insignia que se esperaba. El fabricante coreano se diluyó en un aspecto modular que restó fuerzas para que el dispositivo en si, que es lo que nos interesa al comprar uno, tuviera incluso más poderío en alguno de sus aspectos como esa batería regular.
Ahora tienen por delante al LG G6 del que vamos conociendo alguna que otra información que, poco a poco, va dibujando lo que será el terminal. Esta vez parece ser que incluirán el escáner de iris al igual que lo posee el malogrado Note 7 de Samsung, aunque la idea de LG es que esté ubicado en la misma cámara para lo que es un «todo en uno».
El escáner de iris es simplemente otra forma más de autenticación en un smartphone. La diferencia con el que tiene el Note 7 es en su construcción y tamaño. Y es que la mayoría de los escáner de iris suelen estar ubicados de forma independiente. Esto significa que pueden estar presentes al lado de la cámara frontal, algo que difiere de la idea de LG para con su G6.
En el LG G6 este sensor se encontraría en la misma cámara «Todo en uno». Esto tiene algunas ventajas, pero la mayor es que ahorrará costes en la fabricación de cada uno de esos terminales que se distribuirán por todo el planeta y que podrían estar más ajustados en el precio; una distinción importante para unos buques insignias que ahora tienen a otro gran actor en escena: el Pixel.
A lo que nos mantenemos expectantes es ante la posibilidad de que el aspecto modular quede fuera de la ecuación del G6. Tenemos que confirmar si LG seguirá con ello, o se centrará en traernos un smartphone más completo en términos generales.