La carga rápida ha dado problemas, al menos a los dispositivos Galaxy Note 7 de Samsung que acababan explotando, a pesar de que todo apuntaba a que el problema no radicaba en los conectores, sino en las baterías en si. Pero el único problema no es este, y es que Google está viendo como las compañías están presentando sistemas de carga rápida en dispositivos Android que no acaban por convencer a todo el mundo y que son distintos entre si. Ahora quieren poner fin a esto lanzando un Documento de la Definición de Compatibilidad en Android, para marcar el camino a seguir en cuanto a carga rápida.
En él incluye recomendaciones, como el hecho de que no incluyan tecnologías individualistas que superen el voltaje estandarizado en los dispositivos Android, creando problemas de interoperatibilidad entre cargadores de distintas marcas, a pesar de ser el mismo conector. Son las tecnologías de Quick Charge y Qualcomm las que parecen crear más problemas al respecto, y cuidado, porque Android podría impedir en las futuras versiones del sistema operativo, que se utilicen estos medios carga rápida que tanto se están popularizando en los últimos días.
La finalidad absoluta es que todos los cargadores USB-C de dispositivos Android funcionen por igual entre distintas marcas, porque quizás es un aspecto que se ha criticado siempre de Apple, el hecho de utilizar sus cables especializados, cuando resulta que los dispositivos Android que se están lanzando últimamente cuentan con tecnologías de carga que parecen incompatibles entre sí, causando un grave problema de sistema cerrado. Esto serviría para evitar el ancho de manga que se están cobrando las compañías con la apertura del USB-C, algo que no pasaba con el microUSB salvo en contadas ocasiones, debido a que era un sistema ampliamente utilizado y que tampoco permitía demasiados exceso.