Por motivos que desconocemos, Sony está lanzando una serie de gamas poco definidas en las que está encuadrando un sinfín de dispositivos móviles, de apariencia bastante parecida pero que cambian bastante por dentro. El que está centrando nuestra atención hoy es el Xperia L1, un nuevo modelo de un tamaño considerable que llega a la familia de la compañía Nipona con unas características un tanto en entredicho, lo que nos hace pensar a veces que Sony no tiene realmente el interés que quiere hacernos creer en la telefonía móvil.
Nos referimos con esto a que este último lanzamiento de Sony tiene unas características que nos hacen replantearnos muchas cosas. Empezamos por un procesador MediaTek MT6737T que ni mucho menos viene a dar un rendimiento espectacular, casi podríamos enfrascarlo en la gama baja si no fuera porque viene en un chásis de Sony. Seguimos con unos limitados 2GB de memoria RAM, a todas luces poco si tenemos en cuenta la memoria RAM que están moviendo los dispositivos de gama media, y también si tenemos en cuenta la capa de personalización que Sony incluye en los dispositivos Xperia (bastante intrusiva).
Seguimos con la pantalla, un panel de 5,5 pulgadas, acompañado de una resolución HD (720p) muy limitada, lo que tampoco hace demasiada justicia a los dispositivos Sony en general. Para la batería si que vamos a tener una buena cantidad, 2620 mAh que nos van a asegurar al menos día y medio de uso si no somos demasiado exigentes con el dispositivo, si es que el resto de su hardware nos lo permite, claro. En cuanto al almacenamiento, tendremos desde 16GB que podrán ser expandidos hasta los 256GB a través de memorias microSD. Y por último, 13MP en la cámara trasera y 5MP en la cámara delantera, a un precio que aún desconocemos pero que no debería superar los 200 euros.