El éxito de la Nintendo Switch está aún por ver. Su principal aliciente es que contaremos al mismo tiempo con una consola portátil y una de sobremesa, de este modo, podremos disfrutar de sus videojuegos fuera de casa, algo que suele captar al público de menor edad y que ha triunfado en formatos como la Nintendo DS en todas sus variantes. Sin embargo, el truco ha de residir en alguna función, y parece ser que la magia ha sido desvelada, el dock no es más que una estación, pero la velocidad de la GPU de Nvidia descenderá cuando lo separamos del mismo.
Era lógico pensar que no podría dar el rendimiento de portátil al mismo ritmo que en sobremesa. Lo que está más claro si cabe, es que no podrá competir gráficamente con Xbox One ni con PlayStation 4, por más que quisiéramos, no podría ofrecer distinto rendimiento a una Nvidia Shield, aunque contará con la ventaja de disponer de un sistema operativo propio y el desarrollo concreto de videojuegos, lo que siempre amplía el rendimiento de la GPU, sin embargo, el procesador de Nvidia basado en la arquitectura del Tegra X1 no podría ofrecer velocidades de más de 1600 MHz.
En resumidas cuentas, a la hora de jugar cuando se encuentre posesionada en el Dock, parece que se portará bien, el problema llegará al usarla de portátil, cuando caerá el rendimiento gráfico en hasta un 40% según Digital Foundry, con la intención de reducir drásticamente el consumo de batería y que pueda aportar una experiencia de uso fuera del dock que resulte interesante. El problema vuelve a residir en la batería, nos gustaría ver como envejece la batería de litio y si va a ofrecer unas horas de juego interesantes, porque todo lo que baje de las cuatro horas va a resultar frustrante a la hora de viajar.