Viajamos hasta Lausanne, en Suiza, donde la École Polytechnique Fédérale ha creado un futbolín robótico. Y no hablamos de un futbolín con ambientación tecnológica, ni de un futbolín virtual, sino que este futbolín cuenta con un adversario impersonal, un robot que cuenta con las capacidades de un jugador medio. Este invento español es uno de los más reconocidos a nivel mundial después del Chupa Chups, así que no podía faltar su homónimo tecnológico, este robot que juega al futbolín hará las delicias de los amantes de este «deporte» cuando no tengan con quién jugar. Te contamos un poco más acerca de este curioso artilugio y de la historia del futbolín.
Para empezar, no encontraremos en este gadget la típica mesa de buena madera, el campo de este futbolín está creado en metacrilato transparente, esto ayudará a los sensores del robot y las cámaras de supervelocidad a captar cada movimiento y calcular la próxima acción de este peculiar robot. Las cámaras que apuntan al terreno de juego son capaces de capturar trescientas imágenes por segundo y están al tanto de la pelota y la situación de todos los jugadores al mismo tiempo. Luego, son los motorcillos eléctricos tradicionales los que se encargarán de que las barras que sostienen a los jugadores realicen los movimientos habituales, tanto en movimientos rotatorios como impulsos y recogidas para mover a los jugadores lateralmente.
Lamentablemente, este futbolín cuenta con los jugadores de una única pata, los más odiados por los verdaderos amantes del futbolín, y es que en España los jugadores son representaciones físicas tal cual, los jugadores poseen dos piernas y un torso, suelen representar a algún equipo real. Fuera de España es habitual encontrar un futbolín con jugadores poco estéticos y de tamaños bastante reducidos, lo que impide realizar verdadera magia en el terreno de juego, pero es lo que hay.
Según los desarrolladores, el futbolín robótico tiene las capacidades de un jugador normal, poco experimentado, aunque algo es algo. Ahora están trabajando en un segundo robot que les permita competir entre sí, ya que el robot actual se encuentra bastante sólo. Una vez realizado el segundo robot, los pondrán a jugar uno contra otro las 24 horas del día, así, iniciarán un programa de arrendamiento automático que les lleve a mejorar su técnica y su estrategia, para convertirlos en verdaderos y decentes rivales de las personas.
Historia y transcendencia del futbolín, invento español
El futbol de mesa tal y como lo conocemos. En España ha cobrado especial transcendencia, y su terreno de juego es bastante más amplio que en el resto de países, siendo habitualmente apto para cuatro jugadores (2vs2). La primera patente aparición entre 1880 y 1990 en Alemania (oficialmente los verdaderos inventores), donde el modelo era de pequeñas dimensiones y con las piernas unidas en una única pala, algo bastante poco habitual en España. La idea surgió de Alexandre Campos Ramírez, un niño herido durante la Guerra Civil al que se le impidió disfrutar del fútbol como al resto de sus amigos, así que intentó suplir la falta de correcalles y chuts físicos en un juego de mesa. Entre Alexandre y Francosci Javier Altuna, un carpintero vasco, dieron forma a esta idea.
No obstante, tras la Guerra Civil, debido al exilio de los españoles, el futbolín comenzó a expandirse por Europa y América del Sur. El juego fue asumido como un invento nacional, y aunque no lo sean sus orígenes, si lo son las reglas que aquí se utilizan y el modelo amplio de dos piernas. Estos serían los modelos oficiales del futbolín:
- El modelo español, con el campo curvado descendente hacia el centro y los muñecos metálicos con las piernas abiertas.
- El modelo internacional, con los muñecos de plástico o madera y con las piernas juntas.
Actualmente existe una Federación Española de Futbolín que realiza torneos oficiales, y da cabida a los amantes de este «deporte» tan nuestro. Los chinos tienen el Ping-Pong (aunque también nació en Inglaterra), nosotros tenemos el Futbolín.