La realidad virtual ha llegado al mercado este año de la mano de Oculus y HTC a unos precios que todavía son prohibitivos para muchos usuarios, ya que parte de los 699 euros para el modelo de Oculus y 899 euros para el modelo de HTC. A ese precio hay que añadir un equipo al que conectar todo los necesario para disfrutar de ambas tecnologías, unos requisitos que en la mayoría de las ocasiones necesitan un equipo que supera los 1000 euros. Con semejante panorama por delante, lógicamente la realidad virtual a pesar de ya estar disponible para todo el público le va a costar llegar a muchos usuarios.
Conscientes de estas limitaciones Oculus ha rebajado los requerimientos mínimos necesarios para que su sistema de realidad virtual pueda funcionar a partir de un Intel Core i3 con dos núcleos, en lugar de requerir un Intel Core i5 con cuatro núcleos. El otro cambio que más llamada la atención en los nuevos requerimientos para poder disfrutar de Oculus es que como mínimo requiere de Windows 8 o superior en lugar de Windows 7 como anteriormente. En cuanto a la necesidad de memoria RAM, los requisitos siguen siendo exactamente los mismos 8 GB. Los puertos USB 3.0 necesarios ahora es de uno en lugar de tres y 2 puertos USB 2.0 en lugar de uno anteriormente.
Oculus se ha asociado con Cyberpower para poder lanzar al mercado dispositivos compatibles con Oculus a partir de 499 dólares además de estar trabajando para certificar los nuevos modelos de Asus o Lenovo que llegarán dentro de poco al mercado. La pregunta de porque ahora los requerimientos son menores es la modificación de los frames necesarios para su correcto funcionamiento. Antes eran 90 generados por hardware pero con este nuevo sistema ahora se podrá disfrutar de 45 por hardware y otros 45 generados artificialmente. En teoría la experiencia es igual de satisfactoria en ambos modos.