En términos de tecnología, cuando un producto es inicial, exclusivo o una tecnología está «recién desarrollada», solemos encontrarnos con unos precios a menudo prohibitivo. Sin embargo, en aras de la democratización de la tecnología, con el paso de los meses y la producción en masa estos productos tienden a bajar considerablemente sus precios. Sin embargo, parece ser que esto es algo que no se va a cumplir de forma estricta con las memorias SSD, y es que tras meses de caída lógica en los precios y aumento de los almacenamientos parece que los precios podrían elevarse notoriamente de cara a un futuro cercano.
Según informaciones de Make use of, parece ser que se está disparando la demanda de memorias NAND, la base de la tecnología de elementos como el SSD o las memorias microSD. Durante los meses finales del año 2016 están teniendo solicitudes de fabricación por encima de la capacidad de producción, lo que ya hizo que los precios se elevaran entre un 5% y un 10% estas navidades.
La tecnología SSD se ha popularizado tremendamente por razones lógicas, y es que mejora considerablemente el rendimiento de los sistemas de escritorio como los ordenadores portátiles. Y parece que más aún se va a popularizar durante el año 2017, y es que a la hora de adquirir un ordenador parece que comienza a ser clave conocer si cuenta con una memoria SSD. Incluso muchos usuarios han optado por rejuvenecer sus equipos incluyendo este tipo de memorias de almacenamiento y sustituyendo sus discos duros mecánicos tradicionales.
De este modo, por pura lógica de la economía se espera que los precios de los discos duros SSD se vean incrementados entre un 10% y un 20% debido a que la alta demanda y la baja producción está haciendo que los mayoristas o empresas que fabrican dispositivos dependientes de estas memorias acepten la compra casi a cualquier precio.
La Texas memory sacó su primer SSD en 1978 así que no es una tecnología nueva, desde entonces existen solo que su precio era extremadamente caro. Pero existen hace muchos años.