Monolith, creadores de Blood, Condemned o F.E.A.R., se atreve con la saga literaria de Tolkien y nos ofrece una aventura muy sugerente, cargada de tintes épicos y que nos permiten adentrarnos en la Tierra Media como nunca antes habíamos tenido ocasión de hacer: sin duda, este Sombras de Mordor es un juego que va a encandilar a los seguidores de El Señor de los Anillos.
Argumentalmente, el juego se sitúa entre los acontecimientos que tienen lugar entre El Hobbit y El Señor de los Anillos, con una historia no muy profunda aunque suficientemente interesante como para no ser un mero elemento de decoro de todo lo que viviremos tan intensamente en Sombras de Mordor.
Tras miles de años de paz, Sauron y sus servidores han vuelto: han destruido la Puerta Negra y han acabado con todos aquellos que han osado oponerles resistencia alguna, lo que incluye a Talion, protagonista de esta aventura, que a pesar de haber sido asesinado, está maldito y no puede cruzar el umbral de la muerte -y todo sea dicho de paso, su carisma también parece embrujado-. Pero Talion no estará solo, pues contará con la ayuda del espíritu de Celebrimbor, cuya alma queda fundida con el cuerpo físico de aquel, permitiendo así alternar entre el mundo real y el espectral.
Esta característica resulta vital para poder completar distintas tareas a lo largo del juego, como encontrar objetos especiales, localizar más rápidamente a los enemigos o activar algunas forjas de unas torres concretas -y estos dos aspectos resultarán muy familiares para los fans de Assassin’s Creed, ya que uno se asemeja a la vista de águila y el otro tiene el mismo resultado que las atalayas para descubrir el mapeado y permitir el viaje rápido-. También podremos mejorar nuestras dos vertientes, física y espiritual, avanzando en la trama o realizando misiones secundarias, que terminarán pos desbloquear habilidades como el dominio de la mente de los enemigos o correr más rápido.
Jugablemente, los combates tienen un papel predominante y guardan un descaradísimo parecido con lo que hemos vivido en la saga Batman Arkham: el sistema de pelea es un clon en toda regla, lo cual no es malo, pues el freeflow combat de Rocksteady ha demostrado funcionar muy bien, y los combos pueden ser rematados con vistosas ejecuciones. Pero también existe la posibilidad de optar por tácticas más sigilosas, como disprar al enemigo desde la distancia con el arco o sorprenderles desde las alturas o por la espalda -nuevamente, parece que vemos una cierta inspiración en Assassin’s Creed-.
Mordor nunca había sido tan bien represantado en un videojuego. El tamaño del escenario no es tan grande como nos gustaría, es más, recorrerlo de punta a punta sobre una montura nos llevará escasos minutos. La gracia reside en las actividades que podemos realizar para alargar la vida del título, como rescatar esclavos, misiones de revancha, etc., así como en descubrir artefactos y runas ocultos. Aún con todo, la sensación de que no es más que paja de relleno es demasiado persistente, mientras que la historia principal, compuesta de 20 misiones, tiene una duración próxima a las 10 horas, por lo que, pese a llegar a un punto en que no nos resultará muy satisfactorias, exprimir bien estas side quests es más que recomendable.
A nivel técnico, el acabado general de Sombras de Mordor es bastante llamativo, con una meteorología dinámica espectacular, unos modelados de personajes nada mal trabajados y un texturizado más que competetente para un juego de este tamaño -aunque como siempre, tendremos alguna textura de aspecto borroso-. No obstante, estamos ante un título cross gen y eso se nota en multitud de detalles, como algunos efectos especiales, distancia de dibujado, carga poligonal… que podrían ser mucho mejores si se exprimiera convenientemente el hardware de nueva generación. Respecto al aspecto sonoro, podemos destacar unas piezas musicales perfectamente adaptadas a cada situación y un doblaje al castellano con las voces habituales.
La Tierra Media – Sombras de Mordor es un juego imprescindible para los fans de El Señor de los Anillos. Es cierto que no resulta innovador en sus planteamientos -es fácil ver las evidentísimas influencias de juegos como Batman Arkham o Assassin’s Creed-, su duración resulta escasa y sus posibilidades como sand box andan también algo cortas, pero un acabado técnico de notable, una ambientación muy lograda y respetuosa con la obra de Tolkien, además de una sólida jugabilidad, hacen de La Tierra Media: Sombras de Mordor el mejor título basado en el universo de la Tierra Media.
NOTA FINAL MUNDIVIDEOJUEGOS 8