Análisis de Wolfenstein: The New Order

Wolfenstein The New Order

Pocos títulos tienen el honor de formar parte de la Historia del videojuego y en este caso nos encontramos con una nueva entrega del que se considera el verdadero padre de los juegos de acción en primera persona: indudablemente estoy hablando del mítico Wolfenstein, programa que elaboró la otrora grandiosa ID Software, allá por el año 1992, y que sentó las bases de un género tan terriblemente popular a día de hoy.

Aunque si bien es cierto que actualmente los fps modernos poco se parecen a aquellos desquiciantes retos que suponían muchos de los títulos del género en los 90: niveles laberínticos, acción sin freno, hordas de enemigos tras cada esquina, no había regeneración de vida… Con este Wolfenstein: The New Order, Machine Games ha pretendido moverse a caballo entre aquellos orígenes y las bondades modernas del fps.

A los seguidores de la saga les resultará muy familiar el nombre de William B.J. Blazkowicz, quien vuelve a repetir como protagonista dentro su papel de soldado judío americano dispuesto a exterminar a todo aquello que porte una esvástica. La historia de Wolfenstein: The New Order nos traslada a una realidad alternativa en la que los nazis han ganado la guerra y están sometiendo al mundo bajo su yugo y la más avanzada y letal tecnología. Por supuesto, Blazkowicz será el nuevo mesías que salvará a la humanidad de la tiranía del Tercer Reich. La historia puede sonar demasiado manida, especialmente durante estos años que hemos visto rescatar a los nazis como los malos en distintos tipos de producciones, pero sí llama particularmente la atención la ambientación oscura tan lograda y la violencia, por momentos gratuita y hasta hiperbólica.

Wolfenstein The New Order

Como ya os anticipaba, Machine Games ha rescatado peculiaridades y características típicas de los fps noventeros para implementarlas en su primer juego como estudio -recordemos que son ex miembros de Starbreeze, autores de Las Crónicas de Riddick, The Darkness o Syndicate-. Hablo, por ejemplo, de la necesidad de encontrar valiosísimos botiquines para regenerar salud, un diseño de niveles más complejo que en los juegos modernos de este género, enfrentamientos contra jefes finales -y algunos os dejarán con una expresión de sorpresa-, puntos de control alejados… Desde luego que el juego puede antojarse algo cuesta arriba para los menos curtidos, aunque, como si esto se hubiera previsto, se puede cambiarse el nivel de dificultad en una misma partida.

Wolfenstein The New Order

A pesar de que hasta ahora todo sonaba a pedir de boca, al menos para los gamers noventeros, nos topamos con un juego que no llega a transmitir nada en especial en su conjunto. Tiroteos sin cesar, uso de ametralladoras fijas y otras tantas situaciones vistas ya mil y una veces, no sirven para tratar de crear una experiencia única. Además, entre capítulos, tendremos que soportar un verdadero parón, vistos obligados a hablar con determinados personajes y a hacer pequeñas tareas para desbloquear el siguiente nivel, algo un tanto incomprensible y que no encaja bien en el desarrollo del programa.

Wolfenstein The New Order

En cuanto al gameplay, poco podemos destacar del mismo. Contamos con un árbol de habilidades en el que podemos ir desbloqueando ventajas y confeccionar nuestro propio estilo de juego al ajustar nuestro modus operandi en el terreno conforme a si somos un soldado sigiloso o un Rambo dispuesto a quemar hasta la última bala de munición. Y hablando de armas, resulta un tanto decepcionante que el arsenal resulte tan típico y genérico, con las típicas pistola, metralleta ligera, escopeta, etc., tan solo destacando el práctico rifle láser cortador, con el que hasta podremos destruirlas coberturas de los enemigos.

Wolfenstein The New Order

A nivel técnico, se nota que el idTech 5 ya no está en tan buena forma. Desde luego, Wolfenstein: The New Order no es que sea un juego con unos gráficos notables: efectos como el fuero, la recreación del agua o de partículas no resulta para nada convincente. Aunque los problemas van más allá de las texturas borrosas o que tardan en cargar: también nos toparemos con clipping, animaciones a veces bruscas o unos comportamientos que van en contra de las leyes de la física, por no reparar el viejo truco de la niebla en el horizonte. Lo más decepcionante es que la versión PC tampoco se muestra con la superioridad habitual sobre consolas, y las diferencias entre las de antigua y nueva generación no resultan muy llamativas. Finalmente, el doblaje es simplemente correcto, contando con las voces habituales -parece que se necesita renovar la sangre de los actores de doblaje por estos lares-, unos fx correctos y una bso discreta en la inmensa mayor parte del tiempo.

Wolfenstein The New Order

Wolfenstein: The New Order me ha dejado sensaciones un tanto agridulces y contradictorias. Por una parte, salta a la vista que Machine Games no tenía ambición con este título, y eso es algo que me lleva a preguntarme para qué narices invertir tiempo en algo a lo que no se le va a impregnar de energía. Wolfenstein no innova en ningún aspecto -tampoco parece que lo pretendía- y rescata unas añejas mecánicas que no van a ser muy digeribles por el público que ahora pierde la cabeza en cuanto sale a la venta la nueva entrega del Call of Duty de turno.

La duración de la campaña tan solo es de unas 10 horas y no cuenta con multijugador, basando su rejugabilidad en la búsqueda de coleccionables, si a esto sumamos el resto de peculiaridades del programa ya citadas, no puedo recomendaros hacer una inversión en este juego hasta que esté a un precio asequible o darle una oportunidad mediante un alquiler, siempre y cuando seáis gamers que crecieron con Wolfenstein y Doom.

NOTA FINAL MUNDI VJ 6

Nota: versión analizada Xbox 360


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