Analizamos el Samsung Galaxy S7 edge, un teléfono del que es fácil enamorarse

El año pasado finalmente el fabricante coreano se decantó por traer otras líneas en el diseño y jugársela con una versión edge para el Galaxy S6. Esa versión edge nos ponía ante un buque insignia de Samsung realmente bonito y con una serie de virtudes bastante sorprendentes a nivel general. Una cámara de gran calidad y un rendimiento en general que elevaba la calidad de esta serie si la comparábamos a otras ediciones. Lo único que nos quedó un sabor amargo por la poca batería del terminal. No es que tuviera poca, pero cuando tienes un smartphone de este tipo, vas a usarlo y eso significa que necesitas una buena autonomía.

Hoy nos toca pasar ante el Samsung Galaxy S7 edge, un teléfono que ha corregido algunos de los fallos del S6 como son incluir tarjeta SD, resistencia al agua y polvo y una mayor capacidad en la batería. Un smartphone que en esta versión edge consigue que te puedas quedar prendado de él y no quieres saber nada más de otras marcas inclusive los de Apple. Samsung ha hecho un gran trabajo en este terminal para incluso aligerar el peso a su pesada capa Touchwiz y llevarnos una calidad en la fotografía bien destacable, tal como podréis ver en las fotografías ejemplo de este análisis o review.

Uno puede enamorarse de un smartphone

A este nuevo Galaxy S7 edge hemos llegado desde el Galaxy S6 tal como he dicho con la esperanza de que mejorara en parte todos sus defectos. Y tal es así, que la batería llega perfectamente a las 4 horas y media de pantalla y tiene un gran rendimiento con la pantalla del teléfono apagada. En este casi mes que llevo con el, incluso he pasado a los casi dos días cuando he hecho un uso normal. Lógico es que, cuando le das caña, se resiente, pero llegando perfectamente al día.

Tiene ranura para microSD para así extender los 32 GB que tiene por defecto, es resistente al agua y polvo y tiene una aumentada batería que, con la suma de Marshmallow y Doze, nos lleva ante un espectacular teléfono Android. Tal como muestro en el título de este análisis, es un móvil del que te puedes enamorar muy fácilmente de él.

La principal razón, aparte de tener una versión edge que da gusto mostrarle por sus líneas y ese acabado en cristal de la parte trasera, es porque puedes darle toda la chicha que quieras al jugar a videojuegos, capturar decenas de videojuegos o pasarte un rato viendo tu serie de televisión favorita, que el Galaxy S7 edge rendirá todo lo que quieras y más.

Y no me voy a olvidar de su excelente pantalla que lo enmarca como un teléfono que, mires desde donde le mires, destaca sobre cualquiera de los que haya ahora mismo en el mercado. Es al teléfono al que hay que mirarse si quieres realmente sacar uno de mejores características. Es así de simple.

Características clave

Diseño

Tener en la parte trasera al cristal ha sido un gran acierto de nuevo por parte de la compañía coreana. Es lo realmente destacable de este teléfono y que, en el edge, tal como muestran las fotos, saca todo lo bonito que tiene a relucir. Tiene un acabado en todos los sentidos donde es bastante difícil encontrar alguna falla y se ha redefinido el diseño en ciertos detalles para traernos un smartphone a todas luces más bonito.

Con un terminal que será la antesala ante el próximo Galaxy S8, al que se supone que traerá alguna novedad importante en el diseño, es la versión definitiva de ese S6 que llegó finalmente un cambio a ese lenguaje en las líneas que necesitaba una gran renovación.

Pantalla

Lo primero que nos entrará por la vista en el momento que encendamos el terminal será su pantalla con sus 855 nits de brillo. Es ahora mismo la mejor del mercado y en el momento que subáis la barra de luminosidad que podéis encontrar en la barra de notificaciones, podréis quedaros asombrados de esos nits que hacen lo suyo para que desde cualquier ángulo se vea perfectamente.

Cámara

De la cámara del Samsung Galaxy S7 edge solo podemos decir cosas buenas en todos los sentidos. Sobre todo en donde se maneja muy bien es en circunstancias de poca luz y el gran efecto que consigue el flash de la cámara que ofrece resultados brillantes. Es el teléfono perfecto para esas salidas por la noche o cuando estamos celebrando un cumpleaños con la familia y necesitamos que el flash funcione perfectamente para que todo el mundo salga perfecto en la foto.

Ya conocemos las características propias del S7 en lo relacionado a la cámara y, como dicen muchos, tiene un acento en la nitidez y en un sobre exceso en la saturación de colores. Pero es en el modo automático, el que usaremos para realizar capturas rápidas en la que no queremos perder nada de tiempo en ajustes manuales, donde el Galaxy S7 destaca mucho. Es el móvil perfecto para aquellos que quieran sacarle, pulsar dos veces sobre el botón home y disparar en un segundo. La velocidad de disparo es espectacular y el enfoque va en el mismo camino para que el 95% de las fotografías salgan perfectas.

Otro dato interesante es que esta vez la lente en la parte trasera no sobresale tanto como en el S6, algo que se agradece y que le da mayor unidad al conjunto que es el diseño a la vez que toma otra entidad la propia lente.

Rendimiento

Con una capa UI menos agresiva y pesada, tenemos la sensación de estar ante un software más ligero y que se deja llevar mejor que en otras veces. También contamos con un terminal que tiene un gran hardware, algo que ayuda para que pueda rendir al máximo. Y es que funciona perfectamente en todas sus facetas y no encontramos ningún momento donde pueda existir algo de lag o que algo tarde en abrirse.

Pasamos unos cuantos benchmarks para que veáis de qué hablo.

El Samsung Galaxy S7 edge que me ha prestado Samsung es el que viene con el sensor de Sony IMX298 y la CPU es la Exynos 8890. A continuación los datos de AIDA64 para la cámara, CPU y pantalla.

Batería

El tener un smartphone de tanta calidad en la fotografía y pantalla, nos obliga a usarle y es aquí donde la batería realiza un gran trabajo. Con un uso excesivo podemos llegar perfectamente al día sin mayores problemas, y si nos pasamos a un uso normal en el que no echamos partidas a juegos y realizamos unas cuantas fotografías, perfectamente puede llegar al día y medio.

Con Android 6.0 Marshmallow, el Galaxy S7 edge responde muy bien en modo reposo gracias al modo doze, ya que si no llegamos a usarlo mucho, los dos días de batería estarán ahí. Digo usarlo mucho, sino enviar mensajes, responder y las típicas notificaciones. La verdad que ha una mejora evidente en este campo si lo comparamos con el Galaxy S6.

Ejemplos de cámara

La cámara del Galaxy S7 edge de 12 MP y cuenta con un nuevo sensor de 1/2,5″, algo más grande que el del Galaxy S6. Al tener menos resolución hace que los píxeles sean de mayor tamaño. Estos también determinan la luz que puede captar el sensor, por lo que aquí tenemos 1.4 um y significa que se obtiene un 95% más de luz.

Tiene apertura f/1.7 que consigue que tenga un 25% más de brillo y un autoenfoque de gran velocidad con Dual Pixel. Esta tecnología permite obtener la luz con dos sensores separados para ajustar el enfoque. Estamos hablando de un enfoque más rápido en tres veces que el del Galaxy S6.

Las fotografías han sido reducidas a 1600×900 por su peso y he hecho más hincapié en las nocturnas debido a la gran calidad que atesora este teléfono en esta categoría. Vuelvo a repetir que estamos en la fotografía con el sensor de Sony IMX260 en la trasera, ya que hay otra versión del Galaxy S7 edge que tiene ISOCELL (fabricación de Samsung), pero que da los mismos resultados o han tratado de que fuera así.

Exteriores

Enfoque selectivo

Fotos macro

Nocturnas

Multimedia

Al hablar tan claro y de forma maravillosa de su excelente pantalla y un hardware que nos pone ante un gran rendimiento, como habéis podido ver en los benchmarks de AnTuTu, nos pone ante un smartphone en el que jugar a todo tipo de videojuegos, reproducir series de TV o películas o que suenen a través de sus altavoces o auriculares nuestras canciones favoritas, es toda una experiencia audiovisual.

Uno de los mejores smartphones para este cometido y con el cual podréis quedaros maravillados. No es que vea el mundo de color de rosa, es que este Galaxy S7 edge hace que veas todo ese contenido multimedia en su mejor aspecto y forma. La pantalla edge también cuenta en este sentido.

Veredicto

A día de hoy es difícil encontrar un teléfono que nos pueda contentar en todas sus facetas. No sé porque será, pero siempre alguno de los top gama alta peca de alguna cosa. En el LG G5 podemos echar en falta un poco más de batería, en el Huawei P9 que rinda mejor en las fotos nocturnas o en anteriores teléfonos, como el Galaxy S6, que no tuviera resistencia al agua o que no hubiera forma de expandir la memoria interna del terminal mediante una tarjeta micro SD.

Por hablar de un detalle que me ha chocado, la pantalla «always on» que te libra de tener que encender el terminal cada dos por tres para saber la hora o ver notificaciones. Parece una tontería a primeras, pero al no hacer casi efecto en la batería y ahorrar el activar la pantalla, es una característica de la que ya no podrás vivir sin ella. Lo mismo pasa con el sensor de huellas dactilar que funciona a la perfección.

Posiblemente del Galaxy S7 edge se puede hablar de muchas de sus virtudes, pero sí he de hablar de una, es su capacidad para no echar en falta nada. Es incluso en su capa Touchwiz, cargada ella en peso, de la que notamos que sea más ligera, por lo que nos encontramos a un terminal que no cojea por ningún lado. Seguramente que el usuario más especial podrá encontrarle alguna pega, pero en términos generales es el mejor terminal Android del momento y casi podría decir que el fabricado por Samsung. Denominarle el mejor smartphone Android que ha habido siempre son palabras mayores, pero se acerca y tal como me refiero en la descripción a continuación, la comunidad Android decidirá.

Opinión del editor