En este sentido estamos ante una sentencia firme de un juez de la Corte de Amsterdam, en la que se explica claramente que la compañía de Cupertino no podrá cambiar los iPad restaurados a los clientes que tengan un problema en sus nuevos dispositivos. De esta forma cuando un cliente llegue a la tienda con un iPad averiado por algún motivo de fabricación o problema que entre en garantía, la compañía tendrá que reemplazar ese iPad por un modelo totalmente nuevo para el usuario afectado por el problema o fallo del dispositivo.
Esta sentencia tiene algunas excepciones claras como por ejemplo el caso de los usuarios que ya hubiesen comprado un iPad en la sección de productos restaurados o reacondicionados que tiene Apple en su web. En estos casos si el dispositivo tiene algún problema que requiere de un cambio, la compañía podrá ofrecer un producto restaurado al cliente, pero si el producto es nuevo y no ha pasado el plazo de garantía tendrá que ser nuevo.
En principio si el producto se puede reparar por causas ajenas a defecto de fábrica o similares (caídas, pantallas, etc) y el cliente quiere pagar esa reparación no hay nada que decir, pero si el producto presenta un problema de fabricación tendrán que ofrecer al cliente uno nuevo. Esto es algo que nos choca puesto que en la mayoría de las ocasiones con productos averiados se demuestra que Apple tiene un servicio post-venta realmente bueno y tener un producto restaurado o reparado por la propia compañía no es tampoco algo malo -más viendo el estado de estos productos- pero es cierto que deberían de ser nuevos ya que el cliente compra un producto nuevo y recibe uno que no lo es… No nos cabe duda que Apple apelará la sentencia y es posible que este proceso se alargue un poco más de lo previsto.