No sólo nos gusta hablar de gadgets, también de cómo deberían ser los gadgets o de los proyectos que algún día se convertirán en productos de electrónica de consumo. De eso trata hoy el tema, y es que este Audi Layer no es un producto a la venta (aún), es una práctica invención poniendo a prueba todas las técnicas de diseño que podemos conocer a día de hoy, con la finalidad máxima de que podamos deshacernos de todos los accesorios que pueblan el escritorio de quienes, como tu y como yo, trabajamos pegados a la pantalla de un ordenador.
El diseño es propiedad de Jarim Koo, y en él podemos encontrar el todo en uno más espectacular que jamás habíamos visto, ni J. Ive, diseñador oficial de Apple, es capaz de llevar a cabo esta obra maestro del diseño y la utilidad. Aunque todo nos hace pensar que su aplicación e integración con la tecnología necesaria para poder darle una forma real va a ser un poco más complicada de lo que parece. Un teclado, un ratón, un trackpad y una tableta gráfica, todo en el tamaño que puede ocupar únicamente un teclado convencional, sin malgastar un sólo centímetro de nuestro escritorio. A mi al menos, me ha dejado con la boca totalmente abierta.
Este proyecto es el que resultó finalista en el Audi Design Challenge (que hemos podido conocer gracias a los chicos de Microsiervos). Totalmente increíble. Para ajustar sus piezas utilizarían imanes, algo así como el MagSafe de Apple, por otro lado, la conectividad correrá al cargo de Bluetooth y podremos personalizar mediante software cada uno de sus pormenores. Igual que para cargarlos, tecnología de inducción que nos ahorrará armatostes encima de la mesa.
Lamentablemente por ahora no es más que un sueño, sin embargo, desde aquí me quedo con el ojo puesto.
Me llama la atención este tipo de conceptos en los que un diseño radical y llamativo muchas veces se suele imponer a la practicidad, el principal punto flaco de este conjunto. Y es que por mucho diseño que tenga, la ergonomía debería ser el pilar fundamental de un dispositivo de entrada como lo es un teclado o el ratón.
Estamos ante un concurso de diseño, sí, pero eso no significa que las propuestas que se envíen sean inverosímiles o irrealizables. El resultado final debería ajustarse más a un producto real y es que en este caso, las formas (o la ausencia de ellas) provocaría lesiones en nuestras articulaciones a largo plazo. Sólo por eso, creo que este diseño debería estar completamente descartado como ganador, por muy impresionante que sea para la vista.
Pero bueno, así son los concursos de diseño y si nos quedamos con sus características (inventadas) y su estética, el resultado es agradable, eso no lo vamos a negar. Otro tema es que sea práctico o no.