Con la llegada hace años del ADSL a nuestros hogares, la conexión a internet sufrió un gran salto en cuanto a calidad se refiere. Pero, sobre todo, ganó en velocidad y estabilidad. Por fin nos podíamos olvidar de tener que desactivar la conexión a internet cada vez que queríamos hablar por teléfono, y el acceso a webs y descargas se realizaba con una rapidez nunca vista.
Pero lo que de verdad cambió la conectividad en nuestros hogares fue el WiFi. El poder estar conectados a una red, de forma inalámbrica, sin ningún cable, din ataduras y con total libertad fue, sin duda, un grandísimo paso. Pero como todo, también tiene unas limitaciones, y seguro que en alguna ocasión has echado en falta más velocidad en tu conexión WiFi. Sigue leyendo y te explicaremos cómo mejorar tanto la calidad de tu conexión como la velocidad de la misma. ¿Nos acompañas?
Tal y como comentábamos anteriormente, toda red tiene sus limitaciones, y el WiFi no es menos. De hecho, si comparas la velocidad obtenida en el mismo ordenador bajo las mismas circunstancias pero conectado por cable o de forma inalámbrica, te darás cuenta que esta se reduce drásticamente si la conexión a la red se realiza por WiFi, hasta el punto de no aprovechar la velocidad disponible en nuestra red. Y hoy en día, con fibra óptica en nuestras casas y teniendo hasta 600 Mbps de velocidad, no es más que un crimen.
Lo primero que debes realizar no es más que un análisis a tu instalación. Los puntos clave son, sobre todo, el router, los equipos conectados, y el tipo de vivienda. No son iguales las pérdidas de velocidad obtenidas en un piso de dos habitaciones que en un chalet de tres plantas con varias estancias. Así que basándonos en estos tres factores y teniendo claro que los equipos conectados y el tipo de vivienda no los podemos cambiar, y queremos mantener el router de la compañía, apenas nos quedan escasas opciones.
Configurar el router correctamente
El primer paso para configurar el router es escoger bien su emplazamiento. Debe estar situado en la parte más central de la casa, para que así la señal del mismo se distribuya lo más uniforme posible. Teniendo en cuenta este sencillo detalle podremos tener mejor señal en ciertas partes de nuestra casa donde antes no teníamos (lo que conlleva una conexión más estable y veloz). Si evitamos tenerlo escondido y lo alejamos de elementos tales como teléfonos inalámbricos o zonas con muchos cables, obtendremos menos interferencias y más estabilidad.
Es muy importante acceder a la configuración del router para comprobar que todos los parámetros son correctos. Además del protocolo de conexión (podemos elegir entre 802.11 b, g, n o ac, siendo cada uno más veloz en orden ascendente), debemos escoger de forma correcta el canal en el que trabajará nuestro router. A esto afectan las redes WiFi de nuestros vecinos, por lo que será muy importante encontrar el canal idóneo, es decir, el que esté menos ocupado, para evitar interferencias con sus redes. Depende del entorno de tu vivienda este cambio será más notorio o menos, pero nunca está de más comprobarlo.
Cambia la contraseña
Sí, aunque no lo creas, una velocidad deficiente de tu WiFi puede deberse a un bajo nivel de seguridad en tu contraseña. Sobre todo si vives en una zona muy poblada, es más que posible que algún vecino o, incluso desde algún comercio cercano, estén accediendo a tu red WiFi porque han adivinado tu contraseña, mermando así la velocidad de la red. Los consejos básicos para mantener una mínima seguridad se basan en cambiar la contraseña por defecto del router.
Esta es muy fácil de adivinar siguiendo ciertos algoritmos, por lo que es lo primero a realizar. A la hora de escoger contraseña nueva, recomendamos que sea algo totalmente personalizado, que sea difícil de descifrar incluso por conocidos, y mezclando caracteres alfanuméricos con símbolos, para hacer más infranqueable si cabe tu red WiFi.
Utilizar un amplificador WiFi o un PLC
Si ya has configurado el router y situado todos sus valores correctamente y sigues echando de menos alcance o velocidad, te quedan dos opciones: utilizar un repetidor WiFi, o bien la instalación de un PLC. Siguiendo en el supuesto de no poder cablear toda la casa y estar conectados siempre mediante el cable ethernet, una buena opción es un repetidor WiFi. No son más que router WiFi que captan la señal de tu router habitual para repetirla, como su propio nombre indica, y aumentar su alcance y velocidad.
Dependerá del modelo, estas dos variables se verán más o menos incrementadas, aunque en el mercado hay opciones más que suficientes desde unos 20 euros. A continuación te ofrecemos dos modelos, uno más básico y otro más avanzado, que parten de los 20 euros, pero que cumplirán tus necesidades casi con total seguridad. La primera opción, de la conocida marca TP-Link, se trata de un extensor de cobertura que permite velocidades de hasta 300Mbps siguiendo el protocolo 802.11.n, lo que permite un gran alcance y asegura que la velocidad se mantendrá en la red. Puedes No products found..
Sin salir de la marca, tenemos esta segunda opción de una gama más alta. Con un coste de unos 60 euros, se sitúa un escalón por encima de la opción antes mencionada. Como principal diferencia, el modelo anterior integraba las antenas de forma oculta, por lo que quedaba más vistoso. En contra, con el AC1750 que os mostramos a continuación No products found., las antenas quedan a la vista, lo que proporciona un mayor alcance y una mayor estabilidad en la conexión.
Ambos modelos funcionan de la misma manera y tienen características similares, permitiendo extender el alcance de tu red WiFi en el hogar de forma eficiente y sencilla. Su consumo energético es muy bajo, lo que evitará que la factura de la luz aumente, y además, debido a su pequeño tamaño y fácil configuración, los podrás cambiar de sitio en función a tus necesidades. Tan solo necesitarás un enchufe donde poder conectarlos.
Otra opción disponible es un PLC, cuyas siglas corresponden a Power Line Communication (comunicación por las líneas eléctricas, en Español). En realidad se trata de dos dispositivos: uno, conectado a un enchufe y al router mediante un cable ethernet, recibe los datos que envía este último, y los envía mediante la instalación eléctrica del hogar al otro dispositivo gemelo, el cual los recibe y los transmite al ordenador en cuestión mediante otro cable ethernet.
Por supuesto, también tiene sus limitaciones, pues está muy expuesto a las posibles interferencias producidas por otros electrodomésticos conectados a la red, además de dar problemas en casas antiguas debido a que las instalaciones eléctricas no están preparadas para ello. La primera opción que te ofrecemos es de la marca Tenda. Parte de un suculento precio de unos 35 euros, aunque su velocidad queda limitada a 200 Mbps, por lo que podría quedarse corto en ciertos casos. Puedes No products found..
Aunque si de verdad quieres aprovechar tu red al máximo, la opción que te recomendamos es la siguiente, también de la marca TP-Link. Con hasta 600 Mbps de velocidad, será capaz de transmitir la velocidad disponible en el hogar en el 99% de los casos, además de permitir mantener el enchufe, pues cuenta con una hembra incluida en el propio PLC para no desperdiciar una toma de electricidad. Su precio no llega a 40 euros, y en nuestra opinión, vale la pena pagar esos 5 euros de más para obtener este último modelo, el cual puedes adquirir siguiendo este enlace.
Como has podido ver, las opciones para poder mejorar la velocidad y alcance de tu red Wifi no son pocas, y sobre todo, sin tener que cambiar de router, de móvil o incluso de ordenador. Por supuesto, todo tiene unos límites, y puede llegar el momento en que, si necesitas más, debas solicitarlo a tu operador, instalar un router mejor o incluso, plantearte en cambiar tu dispositivo móvil o tarjeta de red. Pero mientras tanto, puedes ir probando estos pequeños trucos para mejorar tu red.