Las extensiones son uno de los mejores inventos que han recibido los navegadores en los últimos años, aunque los chicos de Microsoft no se dieron cuenta hasta que fue demasiado tarde y Chrome le había comido la tostada. Si bien es cierto que Chrome no fue el primer navegador en introducir este tipo de complementos en los navegadores, es quien siempre le ha sacado el máximo partido.
Y digo que le ha sacado el máximo partido, porque a día de hoy tiene más del 60% de cuota de mercado, gracias en parte al buen funcionamiento que nos ofrece, la integración con Gmail y el resto de servicios de Google y además, por que es el navegador que más extensiones pone a nuestra disposición para personalizar la forma en la navegamos por Internet.
A día de hoy, si queremos instalar una extensión en Google Chrome, podemos hacerlo libremente directamente desde la Chrome Web Store o desde fuera de ella, a través de repositorios que algunos desarrolladores ponen a nuestra disposición en GitHub, comprada recientemente por Microsoft. Google quiere que los usuarios que hacen uso de su navegador, estén protegidos en todo momento y de paso evitar que aplicaciones de terceros que se encarguan de instalar extensiones maliciosas en nuestro equipo nos cuelen una extensión en el navegador.
Este cambio llegará antes de acabar el año, cuando se lance la versión número 71 de Google Chrome. A partir de ese momento, si queremos instalar alguna extensión desde fuera de la tienda de Chrome, esta nos abrirá directamente la tienda de extensiones, donde debería encontrarse la extensión. Si no es así, no nos queda más remedio que buscar una alternativa válida que realice las mismas funciones que la que teníamos la intención de instalar, y seguro que la encontramos.
También es probable, que algún desarrollador, o la propia Google, nos permita desactivar esta limitación, pero no lo vamos a saber hasta que se lance la versión final de Google Chrome 71, para lo que todavía faltan algo menos de 6 meses.