No hay duda de que en la actulidad los videojuegos están integrados completamente en la vida cotidiana de la sociedad y su imagen, ahora como forma de ocio masificada, dista mucho de aquellos días en que el perfil del gamer era discriminado y asociado a hábitos cuestionables. En los tiempos que corren, no es nada extraño poder ver al abuelo jugando con el nieto o a un padre enseñando a su prole aquellos añejos universos virtuales con los que creció.
Justamente algunos de aquellos que vivieron con más pasión pasadas épocas doradas, disponen en sus hogares de auténticos museos de los videojuegos, unas colecciones que valen su peso en oro para estos nostálgicos aficionados, y si bien es cierto, que también pueden tener una tasación de cientos de miles de euros en los casos más sorprendentes.
La instantánea con la que hemos abierto este post procede de una colección particular que cuenta con más de 50 consolas de fabricantes como Nintendo, Sega, Sony, Microsoft o Atari, mientras que la librería de software sobrepasa los 5.700 juegos: 835 de NES, 744 de Super Nintendo, 319 de Nintendo 64, 784 de GameCube, 102 de Wii, 9 de Wii U, 15 de Virtual Boy, 511 de Game Boy, 445 de Game Boy Color, 285 de Game Boy Advance, 67 de Nintendo DS, 24 de Nintendo 3DS, 115 de Master System, 492 de Mega Drive, 31 de Mega Drive 32X, 50 de Mega CD, 38 de Sega Saturn, 30 de Dreamcast, 232 de Game Gear, 206 de Atari 2600… Sin duda, un paraíso para el gamer que vivió la época dorada de los videojuegos de las décadas de los 80 y 90.
Aunque más espectacular resulta la siguiente colección de videojuegos, reconocida con un premio Guinness de los Récords y que se llegó a vender por la friolera de 750.000 dólares norteamericanos:
¿Sorprendidos? La foto que veréis bajo estas líneas también es de las más increíbles vistas nunca, ya que disponía de absolutamente todos los juegos lanzados para distintos sistemas Nintendo, desde la mítica NES de 8 bits, hasta la incomprendida GameCube -ojo, 320 juegos precintados-, sin dejarse por el camino rarezas como el 64DD. Igualmente, también contaba con otros cientos y cientos de títulos para consolas Sega o NEC, todavía con emblistados. ¿El precio? Esta sensacional y única recopilación se llegó a vender en eBay por medio de una oferta, mientras que su precio de salida era de casi 1 millón de euros.
Otro llamativo caso es el de Ahans76, un gamer que consiguió reunir todos los juegos para PlayStation 2, contando cada copia con su precinto original, y además, este coleccionista se puso como requisito que las copias que los juegos fueran de primera edición, es decir, nada de versiones de la gama Platinum o similares -descontando reediciones que sólo salieron en esos formatos, como Silent Hill 2 Director’s Cut-. Ahans76 logró hacerse con más 1.850 títulos, recorriéndose tiendas en liquidación y buceando por portales de subastas, mientras que tuvo que esforzarse por hallar algunos juegos en el estado que requería: Wizardy: Tale of the Forsaken Land fue el que le supuso mayor esfuerzo económico al tener que desembolsar hasta 300 dólares por una copia intacta -ya tenía otras cuatro, pero las carátulas tenían desperfectos-.
Ya nos gustaría a muchos poder disponer aunque fuera de una fracción de estas colecciones de ensueño. Y es que el coleccionismo es una actividad que requiere de mucho tiempo, paciencia, y especialmente, de dinero: algunos cartuchos pueden cotizarse a precios prohibitivos para la mayoría de mortales, como por ejemplo en el caso de Nintendo Campus Challenge o Nintendo World Championships, que llegan a moverse por cifras entre los 12.000 y los 20.000 euros.
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