Una situación muy molesta para quien esta trabajando con su ordenador en Windows, es cuando el mismo empieza tener un comportamiento relativamente lento debido a que se ha iniciado un trabajo «en segundo plano»; lastimosamente para el usuario, la única alternativa será esperar a que se termine este tipo de actividades que esta haciendo el sistema operativo en dicho momento.
Pero ¿que tal si nuestro trabajo es urgente y no podemos perder ni un minuto más? Si ello se presenta de tal manera, el usuario tendrá que trabajar en su proyecto aunque el ordenador «vaya más lento que una tortuga»; el bajo rendimiento que hemos sugerido no se debe a que el ordenador sea antiguo o que en el mismo, se hayan instalado una gran cantidad de aplicaciones sino más bien, a que en ese preciso momento Windows esta realizando tareas de mantenimiento, mismas que provocan esta lentitud a la que hemos hecho referencia.
¿Cuales son estas tareas de mantenimiento hechas por Windows?
Anteriormente habíamos mencionado a una interesante herramienta que podríamos estar instalando en nuestro ordenador con Windows, la cual se dedica primordialmente a intentar buscar nuevas actualizaciones para las aplicaciones que tengamos instaladas en este sistema operativo; este tipo de tareas las realiza una aplicación de terceros, en donde no se involucra directa o indirectamente a las funciones y herramientas de Windows debido a que Microsoft, las ejecuta mediante estas «tareas de mantenimiento». Las mismas hacen referencia a las siguientes:
- Las actualizaciones con parches de seguridad que ofrece Microsoft para Windows.
- Defragmentación del disco duro.
- Análisis e inspección del equipo para buscar algún tipo de virus.
Estas son las 3 tareas más importantes que realiza Microsoft en cualquiera de sus versiones del sistema operativo, a las que se podrían ir agregando otras cuantas más según lo que el usuario haya programado; entonces, cada vez que se activa la función del mantenimiento de Windows, se empezará a realizar un trabajo en segundo plano que el usuario no puede controlar manualmente, siendo ese el motivo por el cual el ordenador se vuelve lento en cada una de sus operaciones y por tanto, es el usuario final el que no podrá llegar a realizar algún tipo de trabajo específico en el equipo. Ventajosamente existe una buena posibilidad de detener a estas tareas de mantenimiento de Windows, algo que explicaremos a continuación mediante unos cuantos pasos para realizar.
Como detener o inhabilitar a las tareas de mantenimiento
Todo lo que sugerimos anteriormente puede estar ocurriendo de manera primordial en aquellos ordenadores con pocos recursos (o de gama baja), en donde Microsoft intenta hacer que Windows se encuentre siempre bien optimizado, ejecutando para ello estas tareas de mantenimiento de forma programada, algo que podría llegar a realizarse unas 2 o 3 veces a la semana y el mejor de los casos, una vez diaria. Te sugerimos seguir los siguientes pasos si has notado un comportamiento relativamente lento del ordenador en determinados lapsos de tiempo:
- En primer lugar debemos iniciar su sistema operativo de Windows 8.1
- Si saltamos al escritorio, debemos volver a la Pantalla de Inicio presionando a la tecla de Windows (o haciendo clic en el logo de la parte inferior izquierda de la pantalla).
- Una vez en la Pantalla de Inicio procedemos a escribir «Programar Tareas» sin las comillas y posteriormente presionamos la tecla de Entrar.
- De los resultados elegimos a aquel que hace referencia a «Programar Tareas«.
- Se abrirá la ventana del «programador de tareas» en el escritorio de Windows.
- Una vez allí nos dirigimos hacia la siguiente ruta dentro del árbol de opciones de la parte lateral:
Programador de tareas -> biblioteca del programador de tareas -> Microsoft -> Windows -> TaskScheduler
Una vez que nos encontremos en esta parte del árbol de opciones, debemos dirigir nuestra mirada hacia el lado derecho, en donde esta presente la función que dice «regular mantenimiento«; a esta función la tenemos que seleccionar con el botón derecho del ratón para que aparezca el menú contextual, del cual simplemente tendremos que seleccionar la opción que dice «Deshabilitar«.
Con este procedimiento, el programador de tareas ya no volverá a actuar en Windows, aunque los procesos de actualización del sistema, revisión de amenazas y otros más, los tendrá que realizar de forma manual el usuario.