Cómo proteger tu PC de una ola de calor

  • Mantener buena ventilación y evitar fuentes de calor directa
  • Limpieza regular de rejillas y componentes para mejorar la refrigeración
  • Monitorizar temperaturas y reducir la carga de trabajo en los picos de calor
  • Utilizar accesorios como bases enfriadoras para reforzar la protección

Proteger PC ola de calor

Casi sin darnos cuenta, llega el verano y con él, las temidas olas de calor. El aire se vuelve irrespirable, subimos la potencia del ventilador y soñamos con una escapada a la playa. Sin embargo, mientras buscamos la sombra y algo fresco, solemos pasar por alto a un compañero silencioso que sufre tanto –o más– que nosotros: el ordenador. Ya sea portátil o sobremesa, el calor puede convertirse rápidamente en uno de sus peores enemigos y comprometer su funcionamiento, el rendimiento y hasta su vida útil.

Mantener tu PC a salvo durante los picos de calor no es cuestión solo de tecnología, sino de sentido común y buenos hábitos. Aunque a primera vista nos pueda parecer que con dejar encendido el aire acondicionado está todo hecho, lo cierto es que hay muchos factores y rutinas que pueden marcar la diferencia. A continuación, te contamos absolutamente todo lo que necesitas saber y hacer para proteger tu ordenador de la ola de calor.

¿Por qué el calor es tan peligroso para tu ordenador?

Antes de lanzarnos a los consejos prácticos, es fundamental entender cómo afectan realmente las altas temperaturas a los dispositivos electrónicos. Los componentes internos de un PC –procesador, memoria, disco duro, batería, placa base o tarjeta gráfica– están diseñados para funcionar en un rango de temperatura muy preciso, normalmente entre los 10°C y 35°C. Si se superan estas cifras, empiezan los problemas: lentitud, reinicios espontáneos, fallos de hardware, pérdida de datos o, en el peor de los casos, daños irreversibles.

El exceso de calor obliga al equipo a trabajar el doble para disipar la temperatura, lo que acelera el desgaste de chips, baterías y otros componentes. Por si fuera poco, muchas veces el PC se autoprotege bajando su rendimiento, lo que nos deja con una máquina lenta o inestable justamente cuando más la necesitas. ¿Lo peor? Si la situación se repite o prolonga, la vida útil del aparato puede reducirse a la mitad.

Mantener PC alejado del sol en ola de calor

Evitar la exposición al sol y fuentes de calor externas

Parece obvio, pero es fundamental: nunca expongas tu ordenador a la luz solar directa. Tanto en interiores como exteriores, el sol puede disparar la temperatura interna de tu PC en cuestión de minutos. Esto es especialmente relevante para los portátiles, que a menudo llevamos de una habitación a otra, a la terraza e incluso a la playa o el coche.

Si vas a utilizar el portátil al aire libre, búscale siempre una zona de sombra. Dentro de casa, evita colocar la torre del sobremesa cerca de ventanas por las que entra el sol, radiadores, estufas u otros equipos que emitan calor. Cada grado de temperatura ambiente cuenta y, si el entorno ya es cálido, cualquier fuente extra puede ser fatal para el equipo.

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Mantener una buena ventilación: la clave para sobrevivir al calor

El gran aliado para luchar contra las altas temperaturas no es otro que una ventilación adecuada. Tu PC necesita que el aire circule de forma eficiente por su interior para que los disipadores y ventiladores puedan hacer su trabajo de expulsar el calor generado por los componentes.

  • Asegúrate de que la torre del ordenador esté en un sitio despejado y no encajonado entre muebles. Si el aire caliente no puede salir, se acumula y acabas con un horno en miniatura.
  • En el caso de los portátiles, evita apoyarlos sobre superficies que bloqueen su ventilación, como mantas, sofás o incluso tus piernas. Elige mesas sólidas y planas; si puedes, usa soportes que eleven el equipo y dejen libres las rejillas inferiores.
  • Vigila que ninguna entrada o salida de aire esté obstruida por cables, papeles, objetos decorativos o incluso figuras coleccionables dentro de la torre. Un pequeño descuido puede afectar mucho más de lo que parece.

Spray para cuidar tu portátil

La importancia de una limpieza a fondo: fuera el polvo y la suciedad

El polvo es uno de los enemigos silenciosos del PC, especialmente en verano. Se acumula en rejillas, ventiladores y disipadores, dificultando la circulación de aire y haciendo que la temperatura interna se dispare. Un equipo lleno de polvo no solo se calienta más, sino que puede llegar a sufrir averías en sus componentes principales.

Cada poco tiempo, limpia las rejillas de ventilación usando aire comprimido. Si tienes animales en casa, hazlo incluso más a menudo, porque el pelo puede bloquear los conductos de ventilación. Abre la torre (si sabes cómo hacerlo con seguridad) para limpiar los ventiladores y disipadores. En portátiles, asegúrate de que las entradas de aire y salidas estén libres de suciedad.

Monitorear la temperatura interna del PC y tomar acciones preventivas

No hace falta ser técnico para saber a cuánto están los componentes de tu equipo. Existen varias aplicaciones gratuitas para monitorizar las temperaturas del procesador y la tarjeta gráfica, como HWMonitor, Core Temp, SpeedFan o MSI Afterburner. Estas herramientas te muestran en tiempo real si alguna parte del PC se está calentando demasiado y te permiten actuar antes de que sea tarde.

¿Te preguntas cuáles son los valores normales? Generalmente, un procesador debe estar entre 30°C y 40°C en reposo y puede subir a 60–70°C bajo carga. Las tarjetas gráficas suelen alcanzar entre 65°C y 80°C, y algunos portátiles pueden rozar los 90°C durante juegos exigentes o ediciones de vídeo.

Minimizar la carga de trabajo: menos estrés, menos calor

A mayor actividad, más calor genera el equipo. Por eso es importante, especialmente en horas punta, reducir el número de procesos abiertos. Cierra todos los programas que no estés utilizando y controla las aplicaciones en segundo plano. Cuanto menos trabaje el procesador, menos aumentará la temperatura y menos sufrirá el sistema completo.

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Si tu PC va justo de refrigeración, considera limitar las tareas intensivas durante los momentos más calurosos del día o repartirlas en franjas horarias menos críticas. Haz que el PC también tenga su momento de descanso.

ventilador PC

Configura el rendimiento de la CPU para evitar sobrecalentamientos

En sistemas operativos como Windows, existe la posibilidad de ajustar las opciones de energía para limitar el estado máximo del procesador. Puedes acceder escribiendo ‘powercfg.cpl’ en el buscador y, tras acceder a la configuración avanzada de energía, reducir el porcentaje de uso máximo del CPU. Así, el procesador generará menos calor, aunque a cambio pierdas algo de potencia en programas y juegos exigentes. Recuerda siempre restaurar los valores normales una vez pase la ola de calor para recuperar el rendimiento habitual. Para más detalles sobre cómo gestionar eficientemente la refrigeración, puedes consultar la guía en herramientas para monitorear el sistema de tu PC.

Además, algunos programas como SpeedFan permiten controlar manualmente la velocidad de los ventiladores para aumentar la refrigeración cuando lo necesites.

Mejorar la refrigeración: ventiladores adicionales y bases enfriadoras

Si, pese a todo, tu equipo sigue subiendo de temperatura, puedes tomar medidas extra. En los PCs de sobremesa es posible instalar ventiladores adicionales en la caja: coloca algunos en la parte frontal para meter aire fresco y otros en la trasera o superior para expulsar el caliente. También existe la opción de instalar sistemas de refrigeración líquida para mejorar aún más la evacuación de calor, especialmente en equipos potentes o gaming.

En el caso de los portátiles, las bases refrigeradoras o cooling pads son una solución eficaz y económica. Estos soportes cuentan con ventiladores integrados que ayudan a enfriar la base del equipo. Puedes encontrarlos desde 15-30 euros, y son especialmente recomendables si realizas tareas pesadas como jugar o editar vídeo.

Cuándo cambiar la pasta térmica y otros trucos para pros

No suele ser necesario cambiar la pasta térmica del procesador o la GPU solo por una ola de calor puntual, pero si llevas uno o dos años sin hacerlo, este puede ser el mejor momento para planteárselo. Una pasta térmica en buen estado mejora el contacto con el disipador y favorece que se transfiera el calor de forma óptima. También puedes consultar técnicas avanzadas en guía completa para extraer texto de imágenes en Windows 11.

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En tarjetas gráficas, a veces también tiene sentido cambiar las almohadillas térmicas (pads) por unas de mejor calidad, aunque si no tienes experiencia lo mejor es consultar tutoriales específicos para tu modelo y tener mucho cuidado con la manipulación.

Cuida la batería y el almacenamiento

Las baterías de litio son especialmente sensibles a las altas temperaturas. Intenta mantener el nivel de carga entre el 40% y el 80%, evitando cargar al 100% de manera constante cuando el entorno es muy caluroso. Si tienes que dejar el portátil o tablet en el coche, apágalo y guarda la batería por separado si es posible.

Los discos duros y SSD también pueden resentirse con el calor. Si la temperatura ambiente se descontrola, procura hacer copias de seguridad de tus archivos importantes y, si notas comportamientos extraños (lentitud, errores de lectura, etc.), considera parar la máquina hasta que el entorno vuelva a condiciones seguras.

Evita ambientes húmedos, polvo, arena y salitre

En zonas costeras y cerca de la playa, hay que tener un extra de cuidado por culpa de la humedad, la sal y la arena. Estos elementos pueden provocar corrosión en los contactos internos o tapar los sistemas de ventilación. Si vas a trasladar el portátil, llévalo siempre en una funda hermética y añade bolsitas de sílice para absorber la humedad. Nunca uses el equipo directamente sobre la playa y, si tienes que hacerlo al aire libre, coloca la computadora sobre una mesa rígida, nunca sobre la arena.

Revisa periódicamente puertos USB, HDMI y carga para detectar signos de humedad u oxidación y, si es necesario, acude a un servicio técnico para una limpieza a fondo.

Mejora los hábitos: transporta tu equipo y apágalo cuando no lo uses

No está de más recordar la importancia de apagar o suspender el PC cuando no lo utilices. Si sabes que no vas a usarlo durante un buen rato, no dejes que siga funcionando a pleno rendimiento. Especialmente en portátiles, configurar los planes de energía para que entren en modo suspensión después de unos minutos puede ahorrar muchos disgustos.

Cuando tengas que transportar el equipo, hazlo siempre con cuidado y en fundas que protejan de los golpes y la humedad. Evita mochilas sin acolchado y nunca coloques objetos pesados encima del ordenador.

Proteger tu ordenador durante las altas temperaturas requiere la implementación de buenas prácticas. Desde evitar el sol directo, realizar limpiezas periódicas, monitorear temperaturas, agregar refrigeración extra y gestionar la carga de trabajo, cada paso contribuye a prolongar la vida útil del equipo. Estas precauciones pueden marcar la diferencia entre un verano sin incidentes y una avería costosa que podría evitarse con acciones sencillas.