
Si has actualizado a Windows 11 y alguna aplicación se resiste a funcionar, es muy probable que el famoso modo de compatibilidad esté jugando un papel clave. En ocasiones, el modo de compatibilidad soluciona la vida, pero otras puede convertirse en el origen del problema, bloqueando instaladores o escondiendo opciones que necesitas. Aquí vas a encontrar una guía completa con todos los métodos contrastados para salir del atasco.
El objetivo es que, tanto si tu app es antigua como si te topas con errores al instalar programas concretos (por ejemplo, Visual Studio), tengas a mano todas las vías para diagnosticar y corregir incompatibilidades. Además, verás cómo abrir el Solucionador de compatibilidad desde varios sitios, qué hacer si no aparece la pestaña Compatibilidad en Propiedades y cómo desactivar el modo en instaladores cuando se queda forzado o atenuado.
Índice de contenidos
- Qué es el modo de compatibilidad de Windows 11 y en qué casos conviene usarlo
- Todas las formas de abrir el Solucionador de problemas de compatibilidad
- Qué hacer si no aparece la pestaña Compatibilidad en Propiedades
- Desactivar el modo de compatibilidad en instaladores (caso Visual Studio)
- Consejos extra y recursos de ayuda
Qué es el modo de compatibilidad de Windows 11 y en qué casos conviene usarlo
El modo de compatibilidad hace que Windows 11 ejecute una aplicación como si estuviera en versiones anteriores del sistema (por ejemplo, Windows 7 o 8), ajustando comportamientos y bibliotecas para evitar fallos. Dicho así suena muy bien, pero si se activa sin querer o se queda «pegado», puede impedir que los instaladores arranquen o forzar configuraciones que ya no necesitas.
¿Cuándo tiene sentido usarlo? Sobre todo con software antiguo que sabes que funcionaba en otras versiones de Windows, o con utilidades corporativas heredadas. En cambio, no conviene activarlo por defecto para instaladores modernos ni para apps actualizadas, porque puede causar errores y comportamientos raros, incluyendo bloqueos en el proceso de instalación.
Todas las formas de abrir el Solucionador de problemas de compatibilidad

Windows 11 incluye un asistente que detecta y corrige incompatibilidades de forma automática. Se llama Solucionador de problemas de compatibilidad de programas y puedes abrirlo de distintas maneras. A continuación, tienes todos los caminos posibles para que elijas el que te resulte más cómodo.
Desde el menú contextual del archivo
Es la vía más directa: localiza el ejecutable o acceso directo del programa con problemas, haz clic derecho, y en Windows 11 pulsa en «Mostrar más opciones». Luego, elige Solucionar problemas de compatibilidad. El asistente te ofrecerá detectarlo automáticamente o afinar la causa mediante preguntas.
Desde Configuración en Windows 11
También puedes acceder al solucionador desde la app de Configuración. Esta ruta te permite ver otros asistentes disponibles y centralizar el diagnóstico. Sigue estos pasos y lanzarás el solucionador oficial sin complicarte:
- Pulsa Win + I para abrir Configuración del sistema.
- Entra en Sistema y, en el panel derecho, elige Solucionar problemas.
- Accede a Otros solucionadores de problemas.
- En la sección Otros, busca Compatibilidad de programas (Solucionador de problemas de compatibilidad de programas) y pulsa en Ejecutar.
El asistente intentará identificar ajustes adecuados. Puedes seguir las recomendaciones o, si no te convencen, probar otros modos de compatibilidad manualmente hasta dar con el que mejor funcione.
Desde el Panel de control clásico
Si prefieres el enfoque de toda la vida, el Panel de control incluye un acceso a este mismo asistente. Es útil cuando te mueves por entornos mixtos (Windows 10 y 11) o cuando la Configuración moderna no te resulta cómoda:
- Abre la búsqueda con Win + S y teclea Panel de control.
- Entra en Solucionar problemas con el equipo y después en Programas.
- Clica en Solución de problemas de compatibilidad de programas.
- Pulsa Siguiente, selecciona el programa afectado y deja que el asistente haga su trabajo.
Finalizado el diagnóstico, el sistema propondrá ajustes o ejecutará el programa con los cambios. Si funciona, podrás guardar esa configuración para futuras ejecuciones, lo cual ahorra tiempo en cada apertura.
Creando un acceso directo en el escritorio
Si sueles usar el Solucionador de compatibilidad con frecuencia, nada como tenerlo a un clic en el escritorio. Crear el acceso directo es muy sencillo y te permitirá abrir el asistente de inmediato siempre que lo necesites:
- Haz clic derecho en el escritorio y elige Nuevo > Acceso directo.
- En el campo de ubicación escribe: %systemroot%\system32\msdt.exe -id PCWDiagnostic
- Pulsa Siguiente, ponle un nombre identificable (por ejemplo, Solucionador de compatibilidad) y Finalizar.
A partir de ese momento, al hacer doble clic en el acceso directo se abrirá el asistente sin pasar por menús. Esta pequeña «trampa» viene genial en equipos de soporte o cuando ayudas a familiares que siempre repiten el mismo problema.
Qué hacer si no aparece la pestaña Compatibilidad en Propiedades
En algunos equipos, al abrir las Propiedades de un ejecutable o acceso directo, falta la pestaña Compatibilidad. Suele deberse a una directiva del sistema que la oculta. La solución pasa por el Registro de Windows: revisar y cambiar un valor concreto que la deshabilita.
Antes de nada, es recomendable hacer una copia de seguridad del Registro o crear un punto de restauración del sistema, porque vas a tocar una clave sensible. Dicho esto, el procedimiento es muy corto y seguro si lo sigues al pie de la letra y no cambias nada fuera de la ruta indicada:
- Abre el Editor del Registro (Regedit) desde la búsqueda de Windows.
- Navega hasta: Equipo\HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Policies\Microsoft\Windows\AppCompat
- Localiza el valor DisablePropPage y haz doble clic sobre él.
- Si su valor es 1 (activado), cámbialo a 0 para reactivar la pestaña y acepta.
Con ese cambio, la pestaña Compatibilidad debería volver a mostrarse en Propiedades. Si no aparece al instante, reinicia sesión o el equipo. Esta clave corresponde a la directiva que «quita la página de propiedades de compatibilidad», por lo que ponerla a 0 revierte la restricción y devuelve el control al usuario.
En entornos administrados por empresa, puede que esa política venga forzada por tu organización. Si vuelve a 1 sola o no te deja editar, consulta con IT. En el portal de soporte de Microsoft es habitual encontrar accesos a recursos como Comunidad o Contacto para plantear dudas; verás pestañas del estilo «Descubrir», «Comunidad» y «Póngase en contacto con nosotros», que te sirven para elevar el problema a los canales adecuados.
Desactivar el modo de compatibilidad en instaladores (caso Visual Studio)
Hay instaladores que detectan que el modo de compatibilidad está activo y se niegan a continuar. Sucede, por ejemplo, con Visual Studio, donde aparece un mensaje indicando que el modo de compatibilidad de programas de Windows está habilitado y que debes desactivarlo para reintentar la configuración. Cuando veas algo así, toca quitar esa compatibilidad del instalador.
Estos son los pasos para el instalador de Visual Studio (válido, entre otros, para Visual Studio 2015 como se indica en la documentación oficial), pero el concepto se aplica igual a cualquier otro instalador que se queje por lo mismo. Haz lo siguiente con el archivo del instalador que descargaste: sigue el orden y prueba de nuevo tras aplicar los cambios.
- Ve a la carpeta Descargas (o donde guardaste el instalador) y localiza el ejecutable del Instalador de Visual Studio.
- Haz clic derecho sobre el archivo y entra en Propiedades.
- Abre la pestaña Compatibilidad.
- En la sección Modo de compatibilidad, desmarca Ejecutar este programa en modo de compatibilidad para: (debe quedar desactivado).
- Aplica y acepta los cambios, y vuelve a iniciar la instalación.
Si ese recuadro aparece atenuado o no te deja cambiarlo, pulsa en «Cambiar configuración para todos los usuarios» dentro de la misma pestaña. Desde esa ventana podrás desactivar la compatibilidad a nivel global para ese instalador en concreto y, tras aplicar, el botón dejará de estar bloqueado.
Con esto suele bastar para que el instalador continúe. Si aún se queja, comprueba que no existan accesos directos al instalador con compatibilidad marcada y que no estés ejecutándolo desde un archivo ZIP sin extraer. A veces, descomprimir primero el contenido y ejecutar desde una ruta sin espacios o permisos problemáticos marca la diferencia, y revisa la configuración DPI de pantalla en Windows 11.
Consejos extra y comprobaciones rápidas

Más allá de los métodos anteriores, te conviene revisar algunos básicos. Son acciones rápidas que, combinadas, resuelven la mayoría de bloqueos sin entrar en medidas más drásticas.
- Ejecuta como administrador: en el clic derecho del ejecutable, elige «Ejecutar como administrador»; algunos instaladores lo requieren.
- Evita compatibilidad innecesaria: si un programa moderno funciona en Windows 11, no le fuerces un modo antiguo.
- Prueba el Solucionador antes de toquetear manualmente: sugiere ajustes automáticos seguros.
- Actualiza el programa: versiones nuevas suelen eliminar dependencias antiguas, como drivers gráficos desactualizados, que provocaban fallos.
Si trabajas en un PC corporativo, quizá haya directivas que limiten lo que puedes cambiar. En ese caso, coordínate con tu departamento de IT para que levanten la restricción de la pestaña Compatibilidad o apliquen el ajuste mediante políticas. Evita forzar cambios si están gestionados por tu organización.
Guía rápida: cuándo usar cada método
Si solo quieres que un programa antiguo arranque, empieza por el Solucionador desde el menú contextual, porque es el camino más corto. Para casos persistentes (juegos o apps muy viejas), prueba con el Solucionador desde Configuración y guarda el ajuste que proponga, ya que así se aplicará automáticamente cada vez que abras el programa.
Si el problema es que el instalador no te deja continuar por compatibilidad activa (como el caso de Visual Studio), ve directo a Propiedades > Compatibilidad y desmarca el modo. Si el cuadro está deshabilitado, usa «Cambiar configuración para todos los usuarios» y revisa accesos directos alternativos. Con eso, lo normal es que el instalador prosiga sin pegas.
Y cuando falte la pestaña Compatibilidad, corrígelo con el valor DisablePropPage del Registro tal y como explicamos. Es un cambio mínimo, reversible y que devuelve la pestaña al instante. Ten presente que si la política vuelve sola a su estado anterior, probablemente tu equipo está gobernado por una directiva que habrá que tratar con el administrador.
Recursos y vías de ayuda
Además de las herramientas integradas en Windows, puedes apoyarte en la documentación del fabricante del software para ver requisitos y parches específicos. En portales oficiales de soporte, suele haber secciones para explorar soluciones, hablar con la comunidad o abrir un ticket. Las verás identificadas con pestañas tipo «Descubrir», «Comunidad» y «Póngase en contacto con nosotros», que te facilitan encontrar asistencia sin perder tiempo.
Si la aplicación es crítica y el modo de compatibilidad no basta, valora alternativas como versiones más recientes del programa, ediciones específicas para Windows 11 o, en el peor de los casos, virtualización. Aun así, en la inmensa mayoría de incidencias de usuario, los pasos de este artículo son suficiente para salir del atolladero sin soluciones complejas.
Con todo lo anterior deberías poder diagnosticar y arreglar los problemas habituales con el modo de compatibilidad en Windows 11: abrir el Solucionador desde donde prefieras, reactivar la pestaña Compatibilidad si desaparece ajustando DisablePropPage en el Registro, y desmarcar el modo cuando un instalador (como Visual Studio 2015 y sucesores) se planta. Siguiendo este flujo, recuperarás el control sobre tus programas y evitarás que una «ayuda» mal aplicada te deje tirado en el peor momento.