El ecosistema de criptomonedas vive días intensos: el valor agregado del sector llegó a rozar los 4 billones de dólares y, tras las últimas oscilaciones, se mantiene ligeramente por debajo de ese hito. La dinámica combina entradas de capital institucional sin precedentes, expectativas macroeconómicas favorables y episodios de volatilidad que recuerdan que el riesgo nunca desaparece.
En ese contexto, Bitcoin y Ethereum acaparan la atención: BTC marcó un nuevo máximo histórico antes de sufrir una recogida de beneficios, mientras que ETH impulsó con fuerza a las altcoins gracias a flujos récord en sus ETFs. Ambas monedas concentran el 72,3% de la capitalización del mercado, con una dominancia de BTC cercana al 58%.
Impulso institucional: los ETFs toman la delantera

Los ETFs de Bitcoin y Ethereum, aprobados por la SEC el pasado año y ya cotizados en EE. UU., han funcionado como palanca para la entrada de dinero institucional. En el caso de Ethereum, el pasado lunes se alcanzó un hito: 1.020 millones de dólares de flujos netos en una sola jornada, el volumen más alto desde la aprobación regulatoria. Aprender a comprar Bitcoin puede ser una estrategia importante para quienes desean aprovechar las oportunidades del mercado.
El liderazgo en movimientos de fondos estuvo a cargo de BlackRock, cuyo producto ETHA registró una entrada récord cercana a 640 millones de dólares (más de 150.000 ETH). Un día después, la tendencia se mantuvo, con 524 millones adicionales en ETFs de ETH, principalmente entre BlackRock y Fidelity (aproximadamente 60% y 21%). Ese mismo día, los ETFs de Bitcoin sumaron unos 65 millones, reflejando el protagonismo de ETH en este momento.
El movimiento de fondos coincidió con una aceleración en el precio de Ethereum, que elevó a muchas criptomonedas del top 20 por capitalización en la última semana, con incrementos de hasta +16,5% en siete días. Además, empresas tecnológicas como SharpLink Gaming o BitMine Immersion Technologies han aumentado su exposición a ETH en sus inversiones y tesorería, evidenciando el interés del sector corporativo.
Bitcoin: de máximos históricos a un repunte de la volatilidad
Bitcoin superó en la madrugada del jueves los 124.000 dólares (llegando a aproximadamente 124.515), estableciendo un nuevo récord, para luego moderarse en torno a 121.000 antes de la apertura europea. En otra sesión, descendió momentáneamente a menos de 116.000, con un volumen que subió cerca del 5% en 24 horas, evidenciando un mercado muy activo.
Las métricas on-chain muestran una perspectiva más prudente a corto plazo: el Exchange Whale Ratio se incrementó, sugiriendo ventas por parte de grandes tenedores en momentos de precios altos; el interés abierto en BTC aumentó alrededor de un 0,15% mientras el precio caía, indicando posibles nuevas posiciones cortas; además, el ratio largo/corto cambió del 50% al 57%, en dirección bajista.
Las liquidaciones en criptoactivos llegaron a cercanos 350 millones de dólares en 24 horas, siendo los largos los más afectados (aproximadamente 236 millones). El Índice de Miedo y Codicia descendió de 64 a 60 puntos, reflejando la recogida de beneficios tras los máximos recientes.
La capitalización total del mercado, aunque cercana a los 4 billones, después de los recientes altibajos se sitúa en torno a 3,94 billones de dólares (−0,77% en 24 horas). Pese a ello, aún mantiene niveles elevados para el sector, evidenciando su resistencia y atractivo.
Ethereum acelera y gana peso entre los grandes activos
Desde los mínimos de abril, cuando rondaba los 1.300 dólares, Ethereum ha escalado hasta la zona de 4.700 dólares, logrando un avance cercano al 240%. Este incremento lo acerca a su máximo histórico de 2021, a poco más de 200 dólares. Gracias a este impulso, su capitalización ahora supera a compañías reconocidas como Netflix o Mastercard, situándose entre los 22 activos más grandes del mundo.
El crecimiento se ve respaldado por flujos a ETFs y el interés en áreas como la IA, la tokenización y las finanzas programables. Sin embargo, sigue persistiendo el riesgo de un mercado altamente volátil y dependiente de la liquidez global, que puede afectar su estabilidad.
Viento macro y agenda política en EE. UU.
Las expectativas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal a partir de septiembre, junto con datos positivos sobre la inflación en EE. UU., han brindado apoyo a los activos de riesgo. Además, el retraso en la aplicación de aranceles a China ayudó a mantener el apetito por la inversión en renta variable y cripto.
En el ámbito político y financiero, una orden ejecutiva firmada por Donald Trump permite a planes de pensiones privados en EE. UU. considerar activos alternativos, incluidos las criptomonedas, en proceso de revisión por el Departamento de Trabajo, la SEC y el Tesoro. Como EE. UU. concentra aproximadamente el 63% del patrimonio global en pensiones, cualquier cambio en esta regulación podría canalizar más capital institucional hacia los mercados cripto.
Regulación y cumplimiento: presión sobre plataformas de alto riesgo
El Departamento del Tesoro de EE. UU. reiteró sanciones contra la plataforma rusa Garantex e incluyó a Grinex como su presunto sucesor, además de señalar a varios directivos y entidades en Rusia y Kirguistán. El mensaje oficial subraya que, aunque los activos digitales son clave para la innovación, no se tolerará su uso para ciberdelincuencia o evasión de sanciones, buscando proteger a los proveedores legítimos y reforzar la integridad del mercado.
Con los máximos de BTC todavía recientes, ETH liderando en flujos y precio, y las condiciones macroeconómicas a favor, el mercado cripto transita entre récords y correcciones rápidas. La entrada de dinero institucional, el enfoque regulatorio y la sensibilidad a la evolución de tipos e inflación seguirán marcando su tendencia en estos activos que, para bien o para mal, compiten en igualdad de condiciones con los grandes del mundo financiero.