Si lees con frecuencia sobre tecnología y todas las novedades que se están presentando seguro que en alguna publicación habrás oído hablar algo sobre CRISPR una tecnología llamada a revolucionar el mundo gracias a que, a grandes rasgos, da esa libertad al ser humano que veníamos buscando desde hace décadas, algo tan simple como poder cortar y modificar cadenas de ADN a nuestro antojo, con todo lo que ello supone.
En esta entrada precisamente quiero que hoy nos reunamos para hablar sobre este tema tan novedoso, una tecnología que ha sido descubierta por un joven alicantino y que, según los expertos en la materia, acaba de abrir nada menos que un nuevo mercado valorado en unos 46.000 millones de dólares. Quizá debido a esto no es de extrañar que las mayores empresas relacionadas con el mundo de la medicina se hayan involucrado tanto lejos de que, como su descubridor ha comentado en alguna ocasión, CRISPR nos da la esperanza de un mundo mucho mejor.
CRISPR, historia de una tecnología descubierta en España
Al hablar de CRISPR irremediablemente tenemos que referirnos a su descubridor, Francis Mojica, un investigador que nació en un pueblo muy cerca de la ciudad de Elche que comenzó a trabajar sobre este tema durante el desarrollo de su tesis doctoral por recomendación de su tutor allá por 1989.
En este momento de su vida un joven Francis Mojica comenzó a estudiar una pequeña bacteria con una tolerancia extrema a la sal que habían encontrado en las salinas, concretamente la Haloferx mediterranei. Ya en 1993 publicó sus primeras conclusiones donde encontramos unas referencias muy importantes a su trabajo final ya que literalmente el Mojica había ‘encontrado unas secuencias repetidas en su genoma que debían cumplir una función importante para la célula pero nunca imaginé algo tan grande‘.
Llegados a este punto muchos son los científicos que alegan que ya existen trabajos anteriores a este donde se descubrió la presencia de estas secuencias aunque lo cierto, tal y como ha sido demostrado, es que Francis Mojica fue el primero en identificarlas, experimentar con ellas e incluso en ponerles nombre. Lamentablemente y a pesar de que se sabía que estas secuencias existían no se había encontrado una forma para denominarlas.
Tenemos que saltar ahora al año 2000 para encontrarnos ante un Francis Mojica que trabajaba sólo en el desarrollo de CRISPR. Durante este y sucesivos años el investigador descubrió que existían muchos microorganismos que, de ser modificados, morían. En este punto el investigador decidió llamar a estos microorganismos como ‘Clustered Regularly Interspaced Short Palindormic Repeats‘ o CRISPR que en español vendría a ser algo tan simple como ‘repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas‘, una descripción de lo que verdaderamente eran estos microorganismos.
En este momento la tecnología ya tenían un nombre aunque, todavía tuvo que pasar mucho tiempo para que Francis Mojica, ya en verano de 2003, pudiese identificar partes de vuris en los espacios de las repeticiones que, curiosamente, funcionaban como sistema inmunológico. A partir de este momento muchos fueron los grandes laboratorios que pusieron sus ojos en esta tecnología y comienzan a trabajar en la misa.
Nada menos que diez años después, ya en 2012, es cuando Charpentier y Doudna son capaces de identificar los elementos mínimos con los que se podía usar CRISPR para cortar y modificar cadenas de ADN. De esta forma, a día de hoy, CRISPR es considerado como el mayor avance en ingeniería genética de toda la historia.
¿Qué es CRISPR?
Personalmente he de reconocer que no quería hablar de CRISPR sin hacer mención a toda la historia que hay tras su descubrimiento y de cómo Francis Mojica es considerado un ‘héroe‘, en palabras de Eric Lander, de los que prácticamente nadie habla pero que, durante su duro trabajo en solitario, han permitido que esta revolución genética haya sido posible.
Volviendo al tema que nos reúne, comentarte que según los expertos CRISPR es tan sólo una especie de sistema inmunológico que tienen las células procariotas. Básicamente lo que hace este sistema es, al detectar una amenaza de cualquier virus, estas células pueden modificar su propio material genético para así poder volverse inmunes a este tipo de ataque.
Esto es a grandes rasgos lo que vendría a ser CRISPR, la descripción de cómo estas céluclas procariotas consiguen defenderse de estos ‘invasores‘. Una vez la ciencia ha conocido cómo se consigue trabajar de esta manera, el ser humano ha sido capaz de realizar cosas que nunca hubiéramos podido imaginar ya que, según los ejemplo más utilizados, utilizando una secuencia de ARN como guía, podemos llegar a inmunizar microorganismos importantes de uso comercial, hacer modificaciones genéticas en personas para eliminar las peores enfermedades que puedan sufrir e incluso recuperar especies de animales extintas.
¿Dónde nos lleva esto?
Tras los descubrimientos de Doudna y Charpentier, se ha conseguido demostrar, por parte de los laboratorios del Broad Institute del MIT en este caso, que el uso de CRISPR es viable en todo ser vivo mayor que una célula. Tras esto han comenzado una serie de batallas legales por todo el mundo que deben ser resueltas ya que, una metodología que hasta ahora era considerada como la más eficaz, económica y precisa encontrada hasta el momento, podría pasar a se patrimonio de unos pocos.
Personalmente he de confesar que he leído bastante sobre esta tecnología, muchas cosas las he comprendido gracias a personas que saben explicar muy bien las cosas y otras, bien base de documentación e incluso en algunos detalles me encuentro bastante perdido, lo que no entiendo es como hay personas que ante la posibilidad de erradicar todo tipo de enfermedades genéticas e incluso mejorar nuestras capacidades como humanos, todavía se planteen pelear por ver quién se queda la patente de todo esto y restringe su uso al abultado pago de poder utilizarla.
Problemas que puede ocasionar el mal uso del CRISPR
Como toda nueva tecnología, lo cierto es que el uso del CRISPR puede ocasionar muchos problemas que, de momento, desconocemos. De entre los descubiertos a nivel teórico, tal y como ha sido publicado en varias revistas de importancia internacional, al parecer encontramos uno tan lógico como rotundo, jugar a ser Dios puede llevar a introducir cientos de mutaciones no deseadas en el material genético modificado.
Siempre que se publica algún tipo de artículo de este tipo, como es lógico, lleva una importante investigación por detrás y en esta ocasión los responsables don un grupo de científicos formado por miembros d ella Universidad de Columbia, la Universidad de Iowa y la Universidad de Stanford los que han trabajado con ratones para, a través de CRISPR, intentar ‘curarles‘ la ceguera.
Al parecer y durante su trabajo, a pesar de que CRISPR es una herramienta tremendamente precisa, los investigadores encontraron mutaciones en otros lugares del genoma, algo que no se esperaban y de ahí que haya saltado la sorpresa. Concretamente, tal y como ha sido publicado oficialmente, hablamos de más de 1.500 pequeñas mutaciones y cientos de inserciones y borrados inesperado de material genético.
Aun así, los científicos no han desechado esta técnica de modificación genética, sino que la verdadera culpa de todo esto la tiene, según ellos mismos, lo poco que conocemos la forma de trabajar de esta nueva tecnología. En cuanto a los ratones, a pesar de haber sidos descubiertas todas estas pequeñas mutaciones, lo cierto es que todos están sanos según los criterios veterinarios que se conocen, es decir, de momento las mutaciones no han creado ningún tipo de problema en los animales.