El Ministerio de Defensa ha frenado la adquisición de drones chinos prevista para la Comandancia General de Melilla, una compra que buscaba reforzar misiones de vigilancia, emergencias y adiestramiento. La decisión llega después de que el expediente, que citaba como referencia varios modelos de DJI, suscitara dudas de seguridad y tensiones políticas en torno a la tecnología de origen chino.
De forma oficial, la anulación se justifica por una irregularidad administrativa en la tramitación del gasto y en la aprobación de los pliegos. Aun así, en el trasfondo pesa el debate sobre la ciberseguridad y la dependencia tecnológica, en un contexto en el que Estados Unidos mantiene bajo la lupa a DJI y advierte de posibles riesgos de recopilación de datos.
Proceso de adquisición de drones por el Ejército
A través de la Comandancia General de Melilla, el Ejército de Tierra activó una licitación pública para incorporar unidades de sistemas aéreos no tripulados (UAS), con un presupuesto cercano a los 200.000 euros y entrega en un plazo reducido, incluyendo formación y mantenimiento básico.
Objetivos de la compra de unidades de aeronaves no tripuladas
El expediente marcaba como propósito mejorar la instrucción de las unidades y apoyar tareas críticas en un entorno sensible como Melilla, con foco en la vigilancia y la seguridad militar.
- Vigilancia y seguridad de áreas clave y protección de instalaciones.
- Prevención y respuesta frente a amenazas y actividades ilícitas.
- Control de emergencias y apoyo a servicios de protección.
- Capacidades de carga ligera e adiestramiento de operadores.
Modelos específicos buscados en la licitación
Los pliegos citaban como ejemplo, entre otros, un DJI Matrice 350 RTK o equivalente, varias unidades FPV tipo Neo para instrucción, el DJI FlyCart 30 para transporte y plataformas de misión como Mavic 3 Enterprise Thermal, Mini 4 Pro o soluciones de la familia Matrice con sensores térmicos. En total, se contemplaban hasta 40 drones y un sistema digital de planeamiento táctico.
El reparto de capacidades cubría reconocimiento, vigilancia, apoyo logístico y formación FPV, con entregas rápidas y garantía a determinar según oferta.

Investigación de EE.UU. sobre la empresa DJI
La controversia se incrementó al constatar que EE.UU. mantiene a DJI en la denominada Lista 1260H y ha ordenado una evaluación de drones fabricados en China con fecha límite en 2025, por potenciales riesgos de transferencia de datos a autoridades de Pekín.
La compañía ha defendido su independencia y niega compartir información con el Gobierno chino, mientras refuerza su presencia institucional en Washington D. C. para influir en una posible prohibición o limitaciones de uso.
Sospechas sobre otros elementos tecnológicos chinos
El caso se enmarca en recelos más amplios hacia tecnología china en ámbitos sensibles: desde Hikvision en videovigilancia hasta Huawei en comunicaciones críticas, con avisos de que estas elecciones pueden tensionar el intercambio de inteligencia con aliados.

Cancelación de la compra de drones chinos por el Ejército
Finalmente, el Ejército de Tierra optó por detener la compra de estos equipos de origen chino, que iban a destinarse a seguridad y vigilancia en Melilla. Fuentes señalan que el Mando de Canarias impulsó la revisión, atendiendo al riesgo cibernético y a la interoperabilidad con sistemas aliados.
La decisión corta una línea de modernización prevista para Ceuta y Melilla, aunque no cierra la puerta a soluciones alternativas con criterios de seguridad más estrictos.
Detalles de la resolución de anulación de la contratación
La resolución del órgano de contratación invoca un error en la documentación: lo publicado como “aprobación del expediente” era en realidad una “propuesta de gasto”, sin la autorización formal correspondiente.
Se califica la incidencia como “infracción no subsanable” de las normas de preparación del contrato, lo que obliga a desistir del procedimiento y a plantear nuevos criterios de adjudicación que ponderen mejor la relación coste-eficacia y la calidad del suministro.
El texto añade que, por la naturaleza y coste del equipo, conviene incorporar variables de valoración adicionales, de acuerdo con la normativa, y deja claro que el desistimiento no impide iniciar un nuevo expediente cuando se corrijan las causas que motivaron la anulación.
Posible nueva licitación para la adquisición de drones
Defensa contempla abrir una nueva licitación una vez que se rehagan los pliegos, con la duda de si se mantendrá el enfoque en DJI o se ampliará a otros fabricantes que garanticen seguridad, compatibilidad OTAN y soporte a largo plazo.
La idea operativa se mantiene: reforzar la observación, el control de emergencias y la formación en Melilla con plataformas adaptadas al terreno y a los requisitos de las unidades desplegadas, evitando vectores de espionaje o dependencias críticas.
Los últimos Informes de Seguridad Nacional ya reflejan la actividad de inteligencia de potencias extranjeras, entre ellas China, lo que empuja a ajustar compras de tecnología sensible para no comprometer acuerdos de cooperación y ciberdefensa con socios estratégicos.
La suspensión de la compra obliga a recalibrar el equilibrio entre modernización y seguridad: el proyecto para Melilla seguirá en la agenda, pero con un pliego más exigente y un escrutinio mayor sobre el origen y las garantías de los drones que finalmente se suministren.


