Detención de empleados de Microsoft en protesta en Redmond

  • 18 personas fueron arrestadas durante protestas en el campus de Microsoft en Redmond, sin heridos reportados.
  • El colectivo No Azure for Apartheid, formado por empleados y exempleados, reclama romper contratos con autoridades y Ejército de Israel.
  • Microsoft encargó a Covington & Burling una revisión urgente tras revelaciones sobre almacenamiento de llamadas interceptadas.
  • Los arrestos incluyen cargos por intrusión, daños a la propiedad, resistencia y obstrucción, según la Policía de Redmond.

Detención de empleados de Microsoft en protesta

Una protesta en el campus de Microsoft en Redmond (Washington) terminó con 18 detenidos durante la segunda jornada de movilizaciones convocadas por trabajadores y exmiembros de la plantilla. La concentración, centrada en los vínculos de la compañía con instituciones israelíes, se produjo tras nuevas informaciones sobre el uso de servicios en la nube para actividades de vigilancia.

Los arrestos se practicaron en un operativo sin heridos y después de que los agentes pidieran a los congregados que abandonaran áreas consideradas propiedad privada. La policía indicó que varios participantes bloquearon un paso peatonal y arrojaron pintura roja sobre el letrero de Microsoft, además de apilar mobiliario de vendedores para levantar una barrera.

Qué ocurrió en el campus de Redmond

Según el Departamento de Policía de Redmond, las detenciones ascienden a 18 por distintos presuntos delitos: intrusión en propiedad privada, daños materiales, resistencia al arresto y obstrucción. Los agentes relatan que hubo momentos de tensión cuando se pidió a los manifestantes que se retiraran y algunos se negaron, lo que desembocó en arrestos puntuales en el patio central del campus.

Fuentes policiales añadieron que se solicitó a los presentes que desalojaran con un aviso previo, y al persistir la negativa se procedió a su detención. La portavoz Jill Green explicó que, tras advertencias repetidas, se actuó conforme a protocolo para garantizar la seguridad y restablecer el paso en zonas bloqueadas.

La concentración se prolongó durante dos días consecutivos, con picos de participación el martes y el miércoles. A diferencia de la primera jornada, en la que parte del grupo accedió a retirarse, el segundo día la situación se enrareció y terminó con arrestos múltiples. No quedó claro cuántos de los detenidos pertenecen a la plantilla de la empresa.

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Entre las actuaciones señaladas por la policía figuran el bloqueo de un puente peatonal, el uso de mesas y sillas de vendedores ambulantes para crear barricadas y vertidos de pintura sobre la señalización corporativa. La intervención policial se desarrolló sin constancia de heridos.

Quién convoca y qué reclama el colectivo

La protesta estuvo encabezada por No Azure for Apartheid, un grupo integrado por empleados y exempleados de Microsoft que lleva meses pidiendo a la compañía que finalice todos los contratos relacionados con Azure con el Ejército y autoridades de Israel. Su demanda central es romper cualquier colaboración tecnológica que, a su juicio, pueda facilitar labores de vigilancia masiva o usos militares.

El colectivo considera insuficiente el paso dado por la empresa la semana pasada, cuando anunció una revisión externa e independiente. Entre sus críticas, sostienen que Microsoft está priorizando intereses comerciales frente a compromisos de derechos humanos y han intensificado su presión con nuevas convocatorias.

En redes sociales, algunos organizadores utilizaron una retórica más combativa para llamar a la participación, apelando a una “movilización de trabajadores” que incremente el coste reputacional para la compañía hasta que se tomen decisiones de calado sobre los contratos cuestionados.

Protesta frente a la sede de Microsoft

Protesta frente a la sede de Microsoft

La respuesta de Microsoft y la revisión independiente

Tras las últimas informaciones publicadas por la prensa internacional, Microsoft contrató al despacho Covington & Burling para llevar a cabo una revisión “completa y urgente” sobre el uso que terceros hacen de su nube Azure. La empresa aseguró que las condiciones de servicio prohíben cualquier vigilancia masiva dirigida a población civil y se comprometió a publicar las conclusiones del análisis.

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En un comunicado, la tecnológica reiteró su compromiso con estándares de derechos humanos en Oriente Próximo, y advirtió que continuará apoyando acciones para abordar conductas ilegales que causen daños, alteren la actividad empresarial o pongan en riesgo a otras personas dentro de sus instalaciones.

Este anuncio llega tras una investigación de The Guardian que apunta a que el Ejército israelí habría almacenado millones de llamadas interceptadas a ciudadanos palestinos en servidores de Microsoft ubicados en Europa. La compañía no confirma ese uso concreto, pero señala que examinará los hechos mediante la auditoría externa.

La Policía de Redmond, por su parte, informó en su cuenta de X sobre 18 arrestos vinculados a la protesta, en mensajes que detallan el despliegue y los cargos propuestos. La publicación oficial describe la escena y las medidas adoptadas para despejar el campus.

Contexto tecnológico y antecedentes recientes

Meses atrás, Associated Press ya había difundido detalles sobre la colaboración del sector tecnológico con el Ministerio de Defensa de Israel, señalando que el uso militar de herramientas de inteligencia artificial comerciales se habría multiplicado desde octubre de 2023. Según ese informe, Azure se emplearía para transcribir, traducir y procesar información obtenida en labores de inteligencia.

En relación con ese contexto, Microsoft indicó entonces que no encontró evidencias de que Azure o sus soluciones de IA se utilizasen para atacar de forma directa a civiles en Gaza, aunque no hizo pública la revisión interna ni detalló quién la realizó, lo que generó críticas por falta de transparencia.

Además de las movilizaciones actuales, la compañía ha afrontado incidentes internos en los últimos meses: al menos tres empleados fueron despedidos tras interrumpir actos corporativos, incluido un discurso del CEO Satya Nadella y la celebración del 50 aniversario de la empresa, en protesta por la política de contratos.

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El nuevo frente abierto por las detenciones en Redmond añade presión a Microsoft, que se mueve entre cumplir sus compromisos legales y comerciales y responder a las inquietudes de parte de su plantilla, así como a las exigencias de transparencia de la opinión pública y los reguladores.

La confluencia de protestas de trabajadores, revelaciones periodísticas sobre el posible uso de tecnología en actividades de vigilancia y la apertura de una investigación independiente sitúan el foco sobre Azure y la gobernanza del uso de la nube en contextos sensibles.

Con el procedimiento policial concluido, los detenidos afrontan ahora el trámite judicial correspondiente a los cargos atribuidos. No se han comunicado lesiones asociadas al dispositivo de seguridad y las instalaciones recuperaron la normalidad tras el desalojo.

El episodio en Redmond sintetiza un choque cada vez más visible entre demandas éticas internas y la operativa de grandes proveedores tecnológicos: la presión para auditar usos sensibles de la nube, clarificar cláusulas de servicio y fijar límites verificables a aplicaciones militares o de inteligencia.