Si eres amante de los videojuegos, es probable que ya te hayas acostumbrado a pagar dinero para poder disfrutar de tus juegos favoritos. Pero si eres un novato en este campo, igual te tira para atrás hacerlo por el aparente excesivo precio que tienen algunos de ellos, sobre todo los que acaban de llegar al mercado, pero hay que tener en cuenta lo complejo que es crear un videojuego, las muchísimas personas que trabajan creándolo, el tiempo que invierten y pensar, después, en la cantidad de horas que vas a estar disfrutándolos y divirtiéndote.
En los últimos años, el coste de crear un videojuego, sobre todo los triple A, se ha elevado considerablemente hasta superar, en la mayoría de las ocasiones, el centenar de millones de dólares, superando el presupuesto de las películas más caras de Hollywood. Por ello, el profesional de los videojuegos, en sus diferentes apartados, es actualmente uno de los mejor remunerados y con mayores posibilidades laborales.
Los videojuegos dejaron hace mucho tiempo de ser un entretenimiento exclusivo de los más pequeños de la casa. Hoy en día personas de todas las edades disfrutan de sus juegos favoritos a través de su móvil, tablet, del ordenador o de la consola, de hecho, actualmente el promedio de edad de los videojugadores supera los 30 años.
Aunque pueda parecer que los videojuegos son territorio casi exclusivo de los hombres, en realidad ya hay varios Países de Europa en los que hay más mujeres que hombres jugando a videojuegos, sin embargo, desde el punto de vista de la producción y no del consumo el reto está en incorporar a la industria más mujeres como profesionales.
Los videojuegos son cada vez más sociales, en los últimos años la mayoría de ellos ofrece la posibilidad de jugar en línea, con lo que puedes competir en partidas con aficionados de todo el mundo y sin moverte de tu casa. Los avances tecnológicos, tan habituales en esta industria, y la irrupción en el mercado de la nueva generación de consolas lo han hecho posible.
La llegada de periféricos externos para mejorar la experiencia de juego como las gafas de realidad virtual de Oculus o HTC Vive, dispositivos que nos permiten la inmersión en el juego como si fuera la vida real, es otra de las razones que hacen que se sigan vendiendo por millones y que esta industria sea una las más rentables económicamente hablando y de ahí, que sea atractiva salidas laboral si realmente te gusta este mundo.
¿Cuánto cuesta crear un videojuego?
La evolución tecnológica de las consolas permite a los desarrolladores sacar el máximo rendimiento a los dispositivos, pero exige al mismo tiempo una sólida formación para estar a la altura de una industria tan exigente.
La mayor parte del coste de un juego se invierte en personal, seguido de la publicidad y llegan a unas cifras tan altas de producción como las que he comentado anteriormente. Hoy en día es habitual que un videojuego se haga entre diferentes estudios de una misma compañía que están ubicados en varios Países, de ahí la importancia del idioma Inglés.
España se ha convertido en uno de los países más atractivos para los grandes estudios de creación de videojuegos, donde el salario mensual medio ronda los 2.000 euros, una cifra que se llega a triplicar en Estados Unidos y algunos países del norte de Europa, por lo que si te interesa esta profesión, pero no quieres irte al extranjero a vivir, puedes dedicarte por completo a este sector y hacer de él tu forma de vida.
Anteriormente hablábamos de los videojuegos triple A, pero si lo hiciéramos de un videojuego «normal» por término medio, y para hacernos una idea, el coste se situaría entre los 10 y los 50 millones de dólares, gran parte del gasto se invierte en el desarrollo del mismo. Teniendo en cuenta estos costes, no es de extrañar que las últimas novedades lleguen al mercado a un precio medio de 60 euros, una buena compra teniendo en cuenta la cantidad de horas que vas a disfrutar de él si lo comparas con el coste de otras alternativas de ocio.
Un ejemplo claro del retorno de la inversión lo encontramos en el juego de Activision Call of Duty: WWIII, un juego que durante su primer fin de semana ha recaudado más de 500 millones de dólares, superando las taquillas de forma conjunta de Wonder Woman y Thor: Raagnarok. Una vez más se demuestra que la industria de los videojuegos lleva unos años moviendo mucho más dinero que algunas de las producciones más importantes del séptimo arte.
¿Qué formación necesito para crear videojuegos?
Toda aquella persona que estuviera interesada en meterse de lleno en la creación de videojuegos, tenía que ser autodidacta o formase en bellas artes o en una ingeniería informática convencional, ya que en España no existían carreras específicamente orientadas a este sector, algo muy habitual en Estados Unidos. En los últimos años, esto ha cambiado mucho y actualmente podemos encontrar formación profesional específica, grados universitarios, másteres… Si tenemos claro que lo nuestro es la creación de videojuegos, la mejor opción disponible actualmente en España es el centro tecnológico DigiPen Institute of Technology Europe-Bilbao.
Quiero se desarrollador de videojuegos ¿Dónde estudio?
DigiPen Institute of Technology Europe-Bilbao es el Campus en España de la Universidad estadounidense DigiPen Institute of Technology, quien puso en marcha el primer grado universitario del mundo en programación de videojuegos y tiene su sede en Redmond (donde también se encuentra la sede mundial de Microsoft y la de Nintendo América), una Universidad que lleva más de 25 años convirtiendo a sus estudiantes en acreditados profesionales de la industria de los videojuegos, que trabajan en las principales compañías mundiales del sector y en muchísimos de los videojuegos triple A a los que probablemente habéis jugado.
DigiPen Bilbao ofrece dos grados Universitarios, una Ingeniería informática en Simulación Interactiva en tiempo real y otro de Bellas Artes en Arte Digital y Animación. Prácticamente la totalidad de los alumnos graduados de DigiPen Bilbao, algunos de éstos estudian el 4º año en el Campus de Estados Unidos o en el de Singapur, se gradúa con una oferta de trabajo debajo del brazo, el prestigio y reconocimiento de la industria hacia la solidez de su formación hace que la demanda hacia sus estudiantes sea continua.