A finales de noviembre, los chicos de Honor, segunda marca de Huawei presentaron oficialmente el Honor V10, el terminal tope de gama de la compañía con la que quiere ser una alternativa a la gama alta económica, donde podemos encontrar también el OnePlus 5T. Este terminal, se presentó ayer en Europa, con un nombre diferente, Honor View 10, un terminal que nos ofrece las mismas prestaciones que su homólogo chino junto con alguna que otra variación para ser compatible con las redes europeas.
Este nuevo terminal de Honor llegará al mercado por 499 euros pero no lo hará hasta después de navidades, concretamente hasta el 8 de enero no vamos a poder hacernos con él, un error por parte de la compañía, ya que debería haber aprovechado el tirón de las compras navideñas.
Especificaciones del Honor View 10
Como he comentado más arriba, el Honor View 10, nos ofrece prácticamente las mismas prestaciones que el V10 presentado en China hace poco más de una semana y donde encontramos una pantalla de 5,99 pulgadas, con resolución de aspecto 18:9 y una pantalla con resolución FullHD+, cristal 2.5 D y sensor de huellas en la parte frontal.
En el interior encontramos el procesador Kirin 970 de ocho núcleos acompañado de una GPU Mali G72 MP12. En cuanto a la memoria, el Honor View 10 nos ofrece 6 GB que junto a los 128 GB de almacenamiento, ampliable hasta 256 GB mediante una tarjeta microSD, lo convierte en una alternativa muy válida a los que quieren un gama alta sin gastarse un dineral.
La batería de 3.750 mAh, es compatible con la carga rápida. En la parte trasera encontramos una cámara de 16 mpx y otra de 20 mpx, una para gestionar el color y otra para los blancos y negros, mientras que en la parte frontal, la cámara destinada a los selfies es de 13 mpx. El grosor de este terminal con semejante batería es de 6,95 milímetros.
Pero lo que llama la atención especialmente lo encontramos en el nuevo sistema de reconocimiento facial que es capaz de reconocer hasta 300.000 puntos distintos de nuestro rostro en los 10 segundos que necesita para poder reconocernos como legítimos dueños, de forma que si nuestro aspecto cambia con el tiempo o si añadimos algún objeto decorativo a nuestro rostro, el sistema seguirá reconociéndonos sin problemas, al igual que el Face ID de Apple.