El Nokia Lumia 525 es un terminal de cuatro pulgadas de pantalla con una resolución de 800×600 y una pantalla IPS. En su interior encontramos un procesador Qualcomm Snapdragon S4, con 1 GB de memoria RAM y 8 GB de almacenamiento interno. Llegó al mercado a principios de 2014 y llevaba como sistema operativo Windows Phone 8. Poco después Microsoft lanzó una actualización para que pudiera funcionar con Windows Phone 8.1 pero ahí quedó todo, ya que se quedó fuera de la actualización a Windows 10 Mobile que lanzó Microsoft el año pasado. Pero esto no significa que los usuarios de este terminal tengan que almacenarlo en un cajón y olvidarse de él, ya que es posible instalar Android M en él.
Cómo es lógico, se puede instalar Android M con limitaciones. Un miembro de xda-developers ha publicado varios vídeos en los que podemos ver como es posible ejecutar Android 6.x en el terminal que anteriormente funcionaba con Windows 8.1 y que nunca recibió la opción de poder instalar la última versión de Windows 10 Mobile. Evidentemente esto es una prueba inicial y algunas de las funciones no están disponibles como el sonido o las comunicaciones pero es alentador y con un poco de trabajo tal vez vamos a poder actualizar ese terminal a Android M.
El usuario de xda developers ha eliminado Windows Phone del terminal y el firmware UEFI. Posteriormente ha tenido que instalar el bootloader, utilizar TWRP e instalar CyanogenMod 13. En teoría cualquier terminal con un hardware parecido como el Lumia 520, aunque con menos memoria RAM también podría gestionar esta versión de CyanogenMod 13, aunque al disponer de la mitad de memoria RAM el rendimiento puede verse afectado y tal vez no merezca la pena, pero una versión anterior con menos requisitos si podría ser factible.
De momento no sabemos si finalmente llegará la posibilidad de poder instalar Android M en estos terminales y similares, pero seguro que sería una grandísima noticia para estos usuarios ya que le podrían dar una nueva vida a sus terminales que están a punto de meterse en un cajón para no volver a salir.