El Juzgado de lo Mercantil n.º 1 de Alicante ha validado el plan presentado por Vodafone España para hacerse con el control de Finetwork a través de la capitalización de parte de la deuda impagada. Con esta resolución, la teleco bajo el paraguas del fondo británico Zegona se coloca en la rampa de acceso al accionariado de Wewi Mobile, matriz de la marca, a la espera de las aprobaciones regulatorias pertinentes. La decisión judicial supone un giro clave en un conflicto que llevaba meses tensionando la relación entre ambas compañías.
Desde la operadora roja remarcan que el auto «respalda su posición» y sella un paso determinante para asegurar la continuidad del servicio. El plan incluye una inyección de liquidez y medidas de gobierno corporativo que buscan normalizar la actividad de la OMV alicantina, inmersa en una situación de insolvencia inminente tras acumular impagos en el contrato mayorista de red.
Qué ha decidido el juzgado

El magistrado ha homologado el plan de reestructuración diseñado con el apoyo de FTI Consulting, que permite a Vodafone capitalizar créditos y tomar el control de Finetwork. El auto exige a los actuales socios de Wewi Mobile abstenerse de realizar operaciones corporativas o venta de activos que puedan alterar la ejecución de la medida.
La resolución pone fin al preconcurso solicitado por Finetwork en mayo, evitando el salto a concurso y el consiguiente riesgo para el servicio de más de un millón de clientes móviles y de banda ancha. El procedimiento concursal queda, por tanto, interrumpido y encauzado hacia la recapitalización con Vodafone como nuevo accionista de referencia.
Fuentes de la compañía señalan que confían en completar los trámites administrativos en el «plazo aproximado de un mes». La operación está a la espera de la luz verde de la CNMC y del órgano competente en control de inversiones exteriores, dada la condición de Zegona como inversor extranjero en un sector estratégico.
Así queda el plan: capital, deuda y gobierno

El esquema aprobado contempla una ampliación de capital por compensación de créditos de 50 millones de euros y una línea de financiación adicional de hasta 20 millones para reforzar el patrimonio y la liquidez de Finetwork. La propuesta prevé que, tras la operación, Vodafone pase a controlar en torno al 90% del capital, quedando el resto en manos de los actuales accionistas, que verían diluida su participación.
El plan también incluye la remodelación del consejo de administración, que quedaría configurado por tres miembros designados por Vodafone España. Se trata de un paso imprescindible para pilotar la integración, ordenar la deuda y estabilizar las operaciones de la OMV, que usa la red fija y móvil de Vodafone.
En el trasfondo, Finetwork acumula una deuda financiera que supera los 100 millones de euros, a los que se suman los impagos con Vodafone por el alquiler mayorista de red, una cifra que la operadora afectada sitúa por encima de los 70 millones. La propia Wewi Mobile comunicó ingresos de 157 millones en 2024 (un 24% más) y un beneficio de 6 millones, cifras declaradas por sus responsables a la espera de su depósito oficial.
Origen del conflicto y alegaciones de las partes

La disputa estalló cuando Finetwork dejó de abonar las mensualidades del acuerdo mayorista renovado a mediados de 2024 por diez años. La OMV alegó deficiencias en la prestación del servicio y reclamó compensaciones previstas en el contrato, llegando a cuantificar daños y perjuicios en 150 millones de euros. Vodafone, por su parte, acudió al juzgado para activar la designación de un experto en reestructuraciones (FTI Consulting) y encauzar una solución de continuidad.
Los socios de Finetwork defendieron que el plan no podía aprobarse sin una junta que reconociera su derecho de voto. El juez ha desestimado esos argumentos y avalado la propuesta, al entender que cumple con la normativa concursal vigente y garantiza la viabilidad operativa de la compañía.
En paralelo a la vía judicial, Finetwork había explorado una alternativa con Asterion Industrial Partners, a través de Olin Group, por una valoración cercana a los 200 millones de euros más deuda. Queda en el aire si Asterion retomará conversaciones con Vodafone, ya convertido en futuro accionista mayoritario, o si desistirá del proceso.
Calendario y autorizaciones pendientes

La toma de control está condicionada a las autorizaciones de la CNMC (adquisición de control de Wewi) y del área de inversiones extranjeras del Gobierno. En Vodafone estiman que el proceso podría resolverse en torno a un mes, aunque el auto fija un horizonte máximo: si las aprobaciones no llegan antes del 31 de diciembre de 2025, el plan perdería su eficacia.
Hasta entonces, el foco estará en asegurar la prestación regular del servicio y en preparar la transición de gobierno corporativo. FTI Consulting actúa como experto independiente en reestructuración; en el plano legal intervienen Uría Menéndez por Vodafone y Araoz y Rueda por Finetwork, con Argoss Partners como asesor financiero de esta última.
Los actuales socios mantienen abierta la vía de impugnación ante la Audiencia Provincial, que deberá pronunciarse sobre los recursos anunciados, si bien la homologación del plan marca el camino de la reestructuración salvo revés judicial.
Implicaciones para clientes y operaciones de Finetwork

Finetwork opera como OMV, sin red propia, y presta servicios apoyándose en la infraestructura de Vodafone. Cuenta con alrededor de 1,3 millones de líneas entre móvil y banda ancha. La decisión judicial pretende blindar la continuidad del servicio y evitar interrupciones, uno de los aspectos que más preocupaba a los usuarios en pleno preconcurso.
En el plano comercial, la compañía atraviesa un proceso interno complejo: el consejero delegado fue cesado a finales de 2024 y la gestión recae en un comité transitorio liderado por su presidente, Pascual Pérez. El ritmo de crecimiento, impulsado por deuda, y la ausencia de un inversor de relevo han tensionado su estructura financiera.
Durante el verano, los datos de portabilidad reflejaron un retroceso: pérdida de unos 104.000 accesos hasta julio y otros 12.000 en agosto. El objetivo ahora es estabilizar la base de clientes y recuperar tracción comercial una vez asegurada la estructura financiera.
Mercado, valoraciones y posibles movimientos corporativos
El auto de Alicante también tiene lectura sectorial. Con la reestructuración de Finetwork, la valoración de Vodafone España podría verse impactada en un momento en que el mercado especula con posibles operaciones corporativas, incluido el interés de terceros actores si las condiciones cuadran.
Tomando referencias de transacciones recientes, el valor por cliente en telecomunicaciones se sitúa entre 250 y 325 euros por abonado. En ese rango, la valoración de Finetwork podría moverse entre 325 y 422 millones, a sumar a la tasación del perímetro de Vodafone España, que se ha manejado en una horquilla de 9.000 a 12.000 millones (incluida deuda). Sobre la mesa figuran además créditos fiscales por 5.600 millones que podrían optimizar el impuesto de sociedades futuro del eventual comprador en caso de beneficios.
En paralelo, la dirección de Vodafone España ha reiterado que analizará oportunidades de consolidación que aporten valor a accionistas, clientes y empleados. La reactivación de acuerdos mayoristas y las alianzas de infraestructura dibujan un escenario donde la cooperación y la escala cobran protagonismo.
Con el respaldo judicial a la reestructuración, el caso Finetwork encamina su fase decisiva. La clave pasa por ejecutar la ampliación de capital, asegurar la financiación, completar las autorizaciones y ordenar el gobierno corporativo; sólo así la integración podrá traducirse en estabilidad operativa, protección del cliente y un punto de inflexión en la estrategia de Vodafone en España.