A principios de este mismo año 2018, concretamente el día 7 de enero, SpaceX tenía planeado llevar a cabo una misión de la que, al contrario que en muchas otras, no se había publicitado lo más mínimo. Como se supo después, al parecer se trataba de una misión secreta donde se buscaba poner en órbita un dispositivo que tiempo después hemos conocido que había sido bautizado como Zuma.
La noticia de este lanzamiento llegó cuando poco después nos enteramos de que, a pesar de que la operación parecía haber sido todo un éxito, curiosamente la carga que transportaba el cohete de SpaceX desapareció. La verdad todo parece muy extraño ya que hablamos de una compañía que lleva varios años sin cometer un fallo, por otro lado, según se acaba de anunciar la Fuerza Aérea de Estados Unidos seguirá confiando en ella para la puesta en órbita de sus satélites por lo que, de haber desaparecido el dispositivo, no habría sido culpa de la empresa capitaneada por Elon Musk.
A pesar de que todos los sistemas indicaban lo contrario, el dispositivo Zuma no se encuentra en órbita
Después de todo este percance muchas han sido las preguntas que se han vertido y que al parecer han quedado en el tintero tanto para SpaceX, que tan sólo se ha limitado a comentar que todos sus sistemas funcionaron correctamente, como para el gobierno de Estados Unidos quien, como suele ocurrir, no ha querido entrar en más detalle ya que, como dicen las malas lenguas, estaríamos ante un satélite militar que pertenecía a un proyecto secreto del gobierno estadounidense.
Entrando un poco más detalle, gracias a la información de SpaceX conocemos que el lanzamiento en un primer momento se había agendado para el mes de noviembre de 2017, fecha que finalmente fue pospuesta hasta el 7 de enero. Durante el lanzamiento todo funcionó correctamente, ya que tanto la primera como la segunda fase del Falcon9 habían trabajado a la perfección. Lo más extraño es que la carga desapareció tras haber sido registrada por los sistemas satelitales como había entrado en órbita.
Tal y como ha comentado en un comunicado Gwynne Shotwell, presidenta de SpaceX:
Tras revisar todos los datos podemos confirmar que el Falcon 9 funcionó correctamente.
Como era de esperar, tras esta información proporcionada nada menos que por la actual presidenta de SpaceX, todas las miradas fijaron su objetivo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos que, al contrario de lo que todos pedían, se ha limitado a anunciar que seguirán trabajando con SpaceX para sus futuras misiones gubernamentales. En palabras del propio Teniente General John Thompson, actual Comandante del Centro de Sistemas Espaciales y de Misiles:
Basándonos en nuestro análisis de datos, el equipo no identificó ningún tipo de información como para cambiar la certificación de los Falcon 9 de SpaceX
Todo parece indicar que el fallo ocurrió con el sistema de separación del cohete fabricado por la empresa Northrop Grumman
Atendiendo a las declaraciones que, aunque se hayan hecho esperar, finalmente han llegado desde las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, se sobreentienden que no pueden deshacerse de los servicios de SpaceX debido a que no se han encontrado motivos para desconfiar de la empresa ni tampoco para hacerlos responsables de la pérdida de su dispositivo secreto. Aunque, como puedes ver, también indican que seguirán estudiando este caso.
Con este cruce de declaraciones, donde la Fuerza Aérea de Estados Unidos finalmente ha indultado, o eso parece, a SpaceX queda por escuchar la versión del fabricante del dispositivo secreto Zuma, la compañía aeroespacial Northrop Grumman, misma que, al parecer, además de ser los responsables de la fabricación del dispositivo, también lo eran de la construcción del sistema de separación del cohete.
Si tenemos esto en mente no es de extrañar que muchas hayan sido las voces que indiquen que el dispositivo de separación del cohete fabricado por Northrop Grumman ha sido precisamente el que ha fallado evitando que Zuma se separara del Falcon 9 por lo que ambos habrían caído a tierra después de llegar a órbita.