Hace algunas semanas ya tuvimos oportunidad de hablar sobre el hecho de que la estación espacial china Tiangong-1 es encontrase literalmente fuera de control, algo que haría que finalmente la misma se precipitase contra la Tierra. Quizá la parte que más pueda preocuparnos sobre todo este tema radica en que, al estar fuera de control, hasta hace tan sólo unos días no se sabía a ciencia cierta cuando finalmente caería sobre la Tierra y sobre todo dónde.
Finalmente hemos tenido que esperar hasta estos días para conocer más detalles sobre el hecho de que una estación espacial al completo caiga sobre la Tierra. El miedo, como reconocían los expertos hace tan sólo semanas los expertos que estaban monitorizando en todo momento la situación de la Tiangong-1 era que, debido a su tamaño, no se iba a desintegrar al completo en su entrada a la Tierra por lo que bastante material caería, bien al mar, o bien sobre tierra firme.
Un poco de historia para entender el por qué de la existencia de la Tiangong-1
Prácticamente desde siempre China ha destacado por seguir un plan estratégico muy diferente en cuento a su peculiar presencia en la carrera espacial. Literalmente y en este sentido podemos decir que China siempre ha seguido su propio camino realizando las inversiones necesarias sin necesidad de colaboración externa. Con este en mente, no fue hasta el 30 de septiembre de 2011 cuando el país consiguió poner en órbita la bautizada como Tiangong-1, misma que durante 2012 y 2013 llegó a albergar en su interior hasta a seis astronautas.
Entrando un poco más en detalle, destacar que hablamos de un complejo laboratorio de unos 10 metros de longitud y 3’35 metros de diámetro. A pesar de ser el laboratorio orbital tripulado más reducido de la historia, así es como se bautizó por la comunidad en su momento, lo cierto es que hablamos de una estructura de 8.500 kilogramos. Si ponemos este peso en perspectiva, comentarte que es más similar al que puede tener naves como la cápsula Dragon de SpaceX alejándose mucho del presentado por otros complejos similares como puede ser la MIR rusa con sus 120.000 kilogramos.
Una vez la Tiangong-1 fue puesta en órbita, originalmente comenzó a trabajar en una órbita de 198 x 332 kilómetros de altura y 42’8 grados de inclinación. Posteriormente la estación espacial fue elevada hasta los 336 x 353 kilómetros. Una vez alcanzó esta posición la estación era elevada de manera regular una o dos veces al año, según fuese requerido, para compensar el rozamiento. En este punto y llegados a 2016, el gobierno chino perdió el control de la estación por lo que no pudieron seguir realizando labores de elevación, lo que nos ha llevado al punto en el que estamos hoy día.
La Tiangong-1 viaja a 27.000 kilómetros/hora, algo que hace imposible predecir donde caerá
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los científicos a la hora de predecir donde puede caer la Tiangong-1 es el hecho de que la misma, en su entrada a la atmósfera, viaja a una velocidad cercana a los 27.000 kilómetros/hora. Esto hace que su zona de impacto, tal y como puedes ver en la imagen que hay situada sobre estas líneas, sea muy amplia. Aun así, hay que tener en cuenta que, según comunicados oficiales de la ESA, no deberíamos tener ningún miedo ya que, a pesar del riesgo que supone que la Tiangong-1 caiga a tierra firme, lo cierto es que la probabilidad de que golpee a una persona o un edificio es de 1 entre 10.000.
Debido a esto y, a pesar de que se espera que la estación espacial finalmente caiga a la Tierra el día 1 de Abril, lo cierto es que no debemos tener ni considerar esta situación como algo peligroso. En este punto y para finalizar, me gustaría hacer referencia a la propia NASA, agencia que entre los cálculos publicados, anunciaban que la probabilidad de que un objeto de unas 6’5 toneladas nos pueda llegar a golpear son mucho menores a las mostradas anteriormente situándose en 1 entre 21 billones.