El título podría ser bastante simple, de hecho… ¿a quién no le han enviado una unidad defectuosa de algún producto en alguna ocasión? Pero esto va mucho más allá, y es que esta unidad del Google Pixel 2 de la que hablamos ni tan siquiera había pasado el control de calidad interno de la empresa, y aún así se envío a su «comprador» que se llevó una tremenda sorpresa.
Está claro que es fácil que sucedan estas cosas cuando nos encontramos ante una producción de cientos de miles de dispositivos, pero no es precisamente lo que cabe esperar de Google, que una vez más ha acudido a terceros fabricantes para su terminal estrella, con unos resultados que están trayendo muchísima polémica.
Las pantallas quemadas de los Google Pixel parece que no son la única barbarie que han de afrontar los clientes, ahora resulta que incluso tratan de enviar dispositivos que claramente no han pasado el control de calidad, pero por si cabía alguna duda, te incluyen el papel que los empleados de la manufactura utilizan como sello de que el dispositivo está defectuoso y no debe salir al mercado, por si te cabía alguna duda, nunca te podrá caber duda alguna de que tu dispositivo no es exactamente lo que esperabas…
Está claro que estamos dramatizando en el asunto. La realidad es que ha sido un simple fallo, mucho menos serio que el de las pantallas quemadas. En este caso el Google Pixel 2 enviado no pasaba el control de calidad por «daños estéticos». Este son el tipo de cosas que suceden cuando decides ponerle a un terminal tu sello, pero encargas todo lo demás a terceros fabricantes. El descontrol se ha cernido sobre la fabricación de este terminal. Todavía no tenemos la respuesta oficial de Google al respecto, pero seguro que la historia tendrá un final feliz.
Notición!……no
¡Paren las rotativas, han enviado _UNA_ unidad defectuosa por accidente!