Google mantiene Chrome tras el juicio antimonopolio

  • Un juez federal rechaza obligar a Google a vender Chrome o separar Android.
  • Se prohíben contratos exclusivos para Search, Chrome, Assistant y Gemini.
  • Google deberá compartir parte del índice y datos de búsqueda con rivales cualificados.
  • Se permiten acuerdos no exclusivos y ciertos pagos por defecto; orden vigente seis años.

Decisión judicial sobre Google y Chrome

Google respira aliviado tras conocer que el juez federal Amit Mehta ha decidido que la compañía no tendrá que desprenderse de Chrome ni separar Android como parte de los remedios en el caso antimonopolio sobre búsquedas en internet.

La resolución, de 230 páginas, impone límites claros: se vetan contratos exclusivos para Google Search, Chrome, Google Assistant y Gemini, y se ordena que Google comparta con rivales cualificados parte de su índice y datos de interacción de usuarios, aunque menos de lo solicitado por el Departamento de Justicia.

Qué ha decidido el tribunal y por qué

Tribunal y medidas antimonopolio sobre Google

En su auto, Mehta subraya que el tribunal ha actuado con “una buena dosis de humildad” ante un mercado que cambia rápido por la irrupción de la inteligencia artificial generativa. La orden tendrá vigencia de seis años y podrá pausarse si hay apelaciones, algo que Google ya anticipó para el fallo de responsabilidad.

El juez limita la práctica de pagar para lograr posiciones por defecto, pero no la prohíbe de forma absoluta. Se permiten acuerdos no exclusivos para establecer por defecto el buscador, el navegador o productos de IA en plataformas de terceros, evitando daños a socios y consumidores que una prohibición total podría causar.

Otra pieza clave es la obligación de compartir el índice de búsqueda y determinados datos de interacción con competidores cualificados, medida diseñada para abrir el mercado sin replicar activos estratégicos en su totalidad. Google ha expresado preocupación por el impacto en la privacidad de los usuarios y asegura que estudiará en detalle los requisitos.

El tribunal rechazó la desinversión forzosa de Chrome y la desvinculación de Android al considerarlas “increíblemente complicadas” y desproporcionadas, señalando que el poder monopolístico deriva sobre todo de cómo se fija el buscador por defecto en el ecosistema, no de la mera propiedad del navegador.

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Impacto para Google, Android, Apple y el mercado

Impacto del fallo sobre Google, Android y Apple

La decisión fue recibida con optimismo en los parquets: las acciones de Alphabet subieron con fuerza tras conocerse el fallo, mientras que Apple registró avances en torno al 3% al disiparse el riesgo de una ruptura abrupta de acuerdos.

El juez preserva la posibilidad de que Google siga cerrando acuerdos por defecto sin exclusividades, lo que mantiene en pie pactos comerciales relevantes. En este terreno destaca el pago anual a Apple, cifrado por distintas fuentes en hasta 20.000 millones de dólares, ahora sujeto a reglas más estrictas sobre prácticas de distribución.

Las nuevas condiciones también buscan que la competencia en búsqueda y en IA generativa se desarrolle sin reproducir las conductas que consolidaron el dominio en la última década. El propio DOJ enfatizó que los remedios alcanzan a las tecnologías de IA para evitar un trasvase del poder de mercado.

Google, por su parte, reivindicó que la industria ha cambiado con la IA y que la competencia es intensa, a la vez que mostró inquietud por las obligaciones de intercambio de datos y su efecto en los usuarios. La compañía mantiene que apelá el fallo de responsabilidad que la declaró monopolista en búsqueda.

Antecedentes y lo que viene

Este capítulo llega tras un juicio sin jurado que se prolongó en 2023 y en el que Mehta ya concluyó que Google violó la ley antimonopolio al mantener un monopolio en búsquedas en línea. El escrutinio no se limita a EE. UU.: en Europa se confirmó en 2024 la multa de 2.424 millones de euros por favorecer Google Shopping en el buscador.

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El Departamento de Justicia y varios Estados impulsaban remedios más drásticos: venta de Chrome, ruptura de acuerdos con Apple, Mozilla y Samsung, y la separación de Android si no aumentaba la competencia. El tribunal adoptó parte del planteamiento, pero descartó las medidas estructurales más agresivas.

Durante las vistas, Sundar Pichai advirtió que las propuestas suponían una “desinversión de facto” con consecuencias no deseadas. En paralelo, actores como OpenAI, Perplexity, Search.com o Yahoo mostraron interés en adquirir Chrome si se forzaba su venta; incluso trascendió una oferta de 34.500 millones de dólares por parte de Perplexity, escenario hoy conjurado por la decisión judicial.

El frente regulatorio sigue abierto. En abril, un tribunal de Virginia determinó que Google mantiene un monopolio ilegal en ciertos mercados de publicidad digital, con vistas de remedios previstas para septiembre. La presión poliítica y regulatoria sobre las grandes tecnológicas se mantiene en EE. UU. y la UE.

A la luz del fallo, Google conserva su navegador y su sistema operativo, pero operará con límites a los acuerdos exclusivos y con obligaciones de compartir información que buscan abrir la competencia. El desenlace deja margen para la innovación y la elección del usuario, a la vez que coloca a la compañía bajo una supervisión más estrecha en búsqueda y en la próxima ola de productos de IA.

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