Cada vez que cualquier compañía importante lanza un nuevo terminal al mercado, los nuevos dispositivos se someten a diferentes pruebas de resistencia, pruebas que en muchos ocasiones son demasiado exageradas y que no simulan el día a día de un uso normal del dispositivo. Pero también se publican los costes de fabricación de los componentes que forman parte de dispositivo. Según la publicación que se haga eco de esta información, puede enfocar la noticia asegurando que la diferencia entre el coste de fabricación y el precio de venta son beneficios.
Dejando de lado los titulares sensacionalistas, el de este artículo no lo es, podemos ver como según la firma IHS ha publicado el coste de todos los componentes del nuevo Pixel XL. Según esta compañía el coste de fabricación del Google Pixel asciende hasta 285 dólares. Teniendo en cuenta que el precio del terminal en Estados Unidos es de 769 dólares, la diferencia entre ambas cantidades no son beneficios ya que al coste de fabricación hay que sumar los costes de envío, de I+D, la distribución, el coste del ensamblaje… por lo que el coste final de fabricación del terminal y puesto a la venta en las tiendas donde se distribuya se eleva considerablemente.
La mayoría de empresas tecnológicas, incluyendo a Apple (de la que siempre se habla que obtiene unos márgenes bestiales por cada terminal vendido), manejan un porcentaje de beneficios del 21-22%, lo que nos demuestra una vez más, que el coste de fabricación es una las variables que incluyen en el precio del terminal,. El coste de fabricación de este terminal es muy similar al que podemos encontrar en el iPhone 7 Plus y en el Samsung S7 Edge, todos ellos situados, mas o menos, en el mismo rango de precios finales.
Muy bien pero aparte hay muchos sueldos que pagar, marketing y bla bla bla