La relación entre los sistemas de Google para móvil y ordenador encara un giro de timón: en el último Snapdragon Summit se confirmó que ambas compañías están levantando una base técnica común para que el PC y el smartphone hablen el mismo idioma. La meta es una experiencia coherente que no obligue a cambiar de chip cada vez que pasamos de una pantalla a otra.
La puesta de largo llegó en una conversación en el escenario con Rick Osterloh y Cristiano Amon, donde se dejó claro que Google y Qualcomm colaboran en un proyecto de convergencia que va más allá de pequeñas integraciones. Según lo relatado, ya hay trabajo avanzado y un enfoque que apunta directamente a unificar lo que hoy vive repartido entre Android y ChromeOS.
Qué han anunciado exactamente Google y Qualcomm

Google explicó que está desarrollando una base técnica común para sus productos en PC y entornos de escritorio, alineada con la experiencia móvil. La idea es reducir las diferencias históricas entre lo que corre en un ordenador y lo que usamos a diario en el teléfono.
Qualcomm, por su parte, reforzó el mensaje y dejó caer que ya ha podido ver en marcha el planteamiento. Desde su posición de socio de referencia en plataformas Snapdragon, aporta el hardware y la aceleración de IA que hacen posible esa experiencia en equipos portátiles y de sobremesa.
El plan contempla llevar al PC la pila de inteligencia artificial de Google, incluidos los avances de Gemini y las capacidades del asistente, así como la compatibilidad con el ecosistema de apps y herramientas para desarrolladores de Android. Todo, con un foco claro en que la transición sea transparente para el usuario.
Más allá de las declaraciones, la lectura es evidente: se busca una plataforma única capaz de abrazar móviles, tablets y ordenadores sin fricciones, con continuidad de tareas y servicios uniformes.
Android 16 y el modo escritorio toman protagonismo

Este movimiento no nace de cero: Android 16 está puliendo un modo escritorio más completo, con ventanas redimensionables, multitarea real y mejor comportamiento al conectar monitores externos. Es el terreno ideal para que el sistema se sienta «de PC» cuando la pantalla y el teclado lo piden.
En pruebas recientes, este entorno ya permite trabajar con aplicaciones y juegos de móvil como si fueran ventanas independientes, acercándose a lo que proponen soluciones tipo DeX, pero integrándolo en la propia experiencia Android.
Sobre esta base, Google pretende que la misma pila de IA, servicios y apps funcione tanto en el teléfono como en el ordenador, de forma que las sesiones y contenidos acompañen al usuario sin tener que duplicar flujos de trabajo, facilitando gestionar tu móvil desde Windows.
La colaboración con Qualcomm encaja aquí por la disponibilidad de NPU y CPU optimizadas, necesarias para ejecutar modelos en local y reducir latencias cuando las tareas de IA se realizan en el borde.
ChromeOS, Project Aluminium y el futuro de los portátiles

Diferentes reportes apuntan a una reescritura de ChromeOS para integrarlo con Android bajo una misma hoja de ruta, una iniciativa conocida internamente como Project Aluminium. La consecuencia sería un sistema más unificado, con menor duplicidad y ciclos de desarrollo coordinados.
Esto deja la puerta abierta a que futuros ordenadores, incluidos los de socios tradicionales e incluso un hipotético portátil propio de Google, adopten Android como sistema base con experiencia de escritorio. No hay confirmación de producto, pero el mensaje es consistente: menos compartimentos estancos, más coherencia de plataforma.
Para el usuario, la ventaja sería clara: un mismo catálogo de aplicaciones y servicios, sin puentes ni parches entre móvil y PC. Para los desarrolladores, un objetivo único que simplifique la compatibilidad y acelere los despliegues.
Queda por ver cómo se materializa la transición en los Chromebook actuales y qué ritmo de adopción elige Google, pero la estrategia de fondo es inequívoca: una sola plataforma que cubra todas las categorías de cómputo.

IA, hardware y tiempos: lo que podemos esperar

Los directivos evitaron poner fechas, pero el hecho de hablar abiertamente del proyecto sugiere que hay prototipos internos y una hoja de ruta que avanza. La expectación es alta, aunque el despliegue podría ser gradual para asegurar compatibilidad y calidad.
Qualcomm será clave en dotar a los equipos de capacidades de IA generativa en local, con NPUs que permitan ejecutar modelos sin depender siempre de la nube. Eso encaja con la ambición de Google de llevar Gemini y su asistente a la experiencia de escritorio.
En última instancia, el éxito pasará por que la experiencia sea consistente: que abrir una app en el móvil y retomarla en el ordenador no requiera más que un gesto, con sincronización fluida y recursos compartidos entre dispositivos.
Si la convergencia sale como se espera, el PC dejará de ser un «silo» y se convertirá en una extensión natural del teléfono, por ejemplo usar el móvil como webcam, con rendimiento optimizado y ecosistema común para productividad, creatividad y ocio.
La colaboración entre Google y Qualcomm coloca el listón alto: un sistema unificado, con Android como columna vertebral y la potencia de Snapdragon para hacerlo tangible, redefine el mapa entre PC y móvil y abre una etapa en la que las etiquetas de dispositivo pesan menos que la experiencia que las une.