Hace unos años, en un movimiento que sorprendió en el sector de las telecomunicaciones, Google se hizo con Motorola. Poco después, como sabemos, la vendió a Lenovo pero se quedó con la mayor parte de sus patentes, el principal motivo de su compra, por un precio muy inferior al que había pagado años antes.
HTC no acaba de dar con el Ceballos ganador en el sector de la telefonía, y las últimas cifras que ha publicado la compañía confirman el mal camino que llevan. Todo parece indicar que Google quiere aprovecharse de esta situación y comprar la división móvil de HTC.
Hace dos semanas Bloomberg publicó una noticia en la que se rumoreaba que Google podría estar interesada en HTC, pero únicamente en la división móvil, dejando de al lado al de realidad virtual, una división que parece que es la única que está funcionando. Nuevamente la publicación ha publicado un nuevo artículo en el que afirma que la decisión está estrcictamente tomada y que solo está pendiente de cerrar pequeños flecos. De esta forma Google comenzaría a diseñar y realmente fabricar sus propios teléfonos móviles, tal y como anunció el año pasado con el lanzamiento de Google Pixel.
Google ha confiado estos últimos años en el fabricante con sede en Taiwán para que haga la mayoría de los Nexus y ahora la gama Pixel, está claro que las relaciones entre ambas empresas siempre han sido muy buenas y la necesidad de Google de buscar un fabricante ha coincidido con el mal momento que está atravesando la compañía HTC.
Si finalmente se confirma la compra, supondría la entrada en el mercado de un nuevo fabricante con el poder suficiente como para poder plantar cara a la mayoría de empresas que copan el mercado, siempre y cuando tenga la intención de hacerlo ofreciendo sus terminales a unos precios más que competitivos. Si Google no se hubiera dedicado únicamente al desarrollo de Android, sino que también hubiera metido la cabeza en la fabricación, es muy probable que la distribución actual del mercado de la telefonía fuera muy distinta a la actual.