Antes de entrar a hablar sobre este peculiar dispositivo, comentarte que ha sido probado en pacientes con síndrome de enclaustramiento, una enfermedad que provoca que prácticamente todos los afectados por la misma tengan parálisis total lo que significa no solo que no pueden moverse, sino que tampoco pueden hablar e incluso no pueden siquiera pestañear, algo que al menos les podría ayudar a comunicarse indicando leves señales para decir, por ejemplo, ‘SI‘ o ‘NO‘.
Con esto en mente, trabajos como el que se ha llevado a cabo en el Centro de Neuroingeniería de Ginebra, donde han creado y desarrollado una interfaz entre el cerebro de estas personas y un sistema software capaz de interpretar una serie de señales cerebrales que sirven como respuesta ante determinados estímulos. Como detalle, comentarte que al evaluar este sistema con cuatro de estos enfermos, tres de ellos afirmaron que querían seguir viviendo.
Niels Birbaumer y su equipo consiguen desarrollar un dispositivo capaz de hacer que pacientes con parálisis profunda se puedan volver a comunicar.
Sin lugar a dudas, al igual que para nosotros, que este tipo de proyectos sean financiados y se lleven a cabo este toda una alegría para este tipo de personas que, de no poder comunicarse con nadie, algo que es totalmente opuesto a la naturaleza del ser humano, ven como gracias a un simple casco dotado de sensores, pueden comenzar, aunque de una forma muy simple, a comunicarse y responder a las preguntas de sus seres queridos.
El artífice de que este proyecto siga en desarrollo es el neurocientífico Niels Birbaumer que gracias a este peculiar casco capaz de medir cambios en las ondas eléctricas que produce el cerebro mientras monitoriza el flujo sanguíneo del mismo se ha conseguido que la precisión del mismo en pacientes sea del 70% lo que, a su vez, permite tener cierta confianza en que estamos ante un sistema que puede establecer una forma mucho más efectiva para que estos pacientes se puedan comunicar.
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