En la actualidad, los únicos sistemas operativos que podemos encontrar en el mercado y que dominan el mundo de la telefonía son iOS de Apple y Android de Google. Microsoft lo intentó con Windows Phone y posteriormente con Windows 10 Mobile, un intentó que se vio abocado al fracaso casi desde su lanzamiento. Firefox también lo ha intentado pero la falta de apoyos por parte de las operadoras le obligó a cerrar
Desde hace varios años, Samsung está apostando por Tizen, únicamente en algunos mercados emergentes y en su plataforma de wearables y de momento no existe ninguna intención de ampliar el uso de hacen de ella. Los problemas a los que se ha enfrentado ZTE, tras la prohibición de poder utilizar cualquier componente fabricado, desarrollador o creado en Estados Unidos, ha puesto a la compañía en a punto de cerrar. Huawei, podría ser la siguiente.
La compañía asiática Huawei ha visto como el gobierno americano ha impedido que la compañía pudiera desembarcar en Estados Unidos de la mano de las principales operadoras, algo que ha llevado al traste a los planes de expansión que tenía la compañía. Pero puede que ese veto sea solo el principio y para evitar que se repita el caso de ZTE, una empresa que supone un riesgo para la seguridad nacional al violar las sanciones americanas con Irán y vender sus productos en ese país, la compañía tiene preparado un sistema operativo propio.
Al parecer, este sistema operativo propio comenzó a desarrollarse en 2012, cuando el gobierno americano empezó a investigar a Huawei, empresa que siempre se ha asociado al gobierno chino. Este sistema operativo llamado OS, no ha visto la luz de momento, ya que el proyecto ha ido avanzado muy lentamente, y como es normal en este sector, le falta el apoyo de los desarrolladores, sin los cuales una plataforma móvil no tiene futuro.
Si finalmente Huawei también se encontrara con el problema de ZTE, únicamente se encontraría con el problema del software, y no del hardware como sucede con ZTE, ya que la compañía asiática no compra ningún componente a Qualcomm, al fabricar sus propios procesadores. Eso si, el adoptar un sistema operativo nuevo y sin soporte para terceros, sería un duro golpe del que, al igual que ZTE, no podría recuperarse.