La seguridad en casa ya no requiere complejas instalaciones ni técnicos especializados. Hoy proliferan cámaras Wi-Fi que se instalan en minutos y ofrecen resoluciones cada vez más altas. Dentro de esa tendencia aparece la IMOU Bulb Cam 3MP (2K), un modelo que quiere diferenciarse con un formato peculiar: el de una bombilla convencional que se enrosca en un casquillo E27.
La idea es sencilla: aprovechar un punto de luz para colocar una cámara de seguridad discreta, con visión nocturna, rotación PTZ y funciones de inteligencia artificial. Sobre el papel, se presenta como un producto versátil y fácil de usar. La cuestión es si cumple lo que promete o si se queda en un experimento curioso.
Diseño y materiales
El aspecto de la Bulb Cam no engaña: se parece a una bombilla blanca de tamaño generoso. Su carcasa es de plástico y el conjunto no transmite una sensación premium, aunque sí cumple con lo esperado en un dispositivo de este rango de precio. Es un diseño pensado más para integrarse que para llamar la atención.
Al enroscarla en un casquillo E27 queda bien disimulada, especialmente si se instala en exteriores bajo un aplique. No es exactamente “invisible”, ya que el objetivo frontal delata su función, pero resulta menos evidente que una cámara tradicional con su soporte a la vista.
Instalación y Conectividad
La instalación es probablemente su punto más fuerte: se coloca como cualquier bombilla y en cuestión de minutos está lista para configurarse en la app IMOU Life. No hay cableado ni adaptadores complicados. Eso la convierte en una buena opción para usuarios que quieren algo inmediato.

En cuanto a conectividad, funciona únicamente con redes Wi-Fi de 2,4 GHz. Esto puede ser un problema si tu router está saturado o si quieres aprovechar los 5 GHz. No es algo raro en cámaras de este segmento, pero conviene tenerlo presente.
Calidad de imagen y visión nocturna
La cámara ofrece una resolución 2K (2304×1296 píxeles), que en uso real permite distinguir rostros y detalles a distancias cortas y medias. No llega a la nitidez de modelos 4K, pero se sitúa en un nivel intermedio bastante razonable para vigilancia doméstica.
El sistema PTZ añade un extra interesante: 340 grados de giro horizontal y 90 vertical. Con esta amplitud se pueden cubrir prácticamente todas las zonas de una estancia sin necesidad de varias cámaras. El movimiento no es instantáneo, pero responde bien desde la aplicación.

La Bulb Cam incluye tres modos de visión nocturna: infrarrojos en blanco y negro, color mediante LEDs y un modo inteligente que alterna según detecte movimiento. En interiores oscuros, el resultado es suficiente para identificar personas y objetos, aunque la calidad baja respecto al modo diurno.
El modo en color tiene utilidad en exteriores, ya que permite captar más detalles en ropa o vehículos. No obstante, depende de la iluminación de apoyo y puede generar imágenes con cierto ruido digital si las condiciones son muy pobres.
Almacenamiento y grabación
La Bulb Cam ofrece varias opciones: grabación en tarjeta microSD (hasta 256 GB), almacenamiento en un grabador NVR o uso de la nube con Imou Protect. Cada método tiene sus ventajas, aunque algunas funciones avanzadas sólo se desbloquean con la suscripción de pago.
La grabación local es suficiente para la mayoría de usuarios, pero depender de tarjetas microSD también significa que, en caso de robo o vandalismo, se pierden las imágenes. La nube aporta seguridad adicional, pero supone un gasto recurrente que conviene valorar antes de la compra.
Experiencia de uso
Utilizar la Bulb Cam durante unos días deja clara su principal virtud: la facilidad. Enroscarla y tenerla operativa en pocos minutos cambia mucho la percepción que uno tiene de una cámara de seguridad. No hay cajas negras colgando de la pared ni cables atravesando la casa, lo que en sí mismo es un alivio. La resolución 2K ofrece imágenes suficientemente claras para identificar detalles cotidianos, y el movimiento PTZ evita tener que instalar varias cámaras en una misma habitación. También se agradece la posibilidad de elegir entre visión nocturna en blanco y negro o en color, algo que en exteriores marca la diferencia cuando pasa alguien a cierta distancia.

Sin embargo, no todo es perfecto. La dependencia de una red Wi-Fi de 2,4 GHz se nota en hogares con routers modernos, y en alguna ocasión la transmisión puede sufrir retrasos o pixelaciones si la señal no es estable. El diseño, aunque discreto, no consigue pasar totalmente inadvertido, porque el objetivo siempre delata la función real del dispositivo. Además, el zoom digital no sustituye a un óptico, de modo que al acercar se pierde calidad de detalle. Por último, aunque el almacenamiento local en tarjeta funciona bien, las funciones avanzadas como el historial prolongado obligan a pasar por caja con la suscripción en la nube, algo que puede no convencer a todos.
Opinión del Editor
La IMOU Bulb Cam 3MP (2K) es un producto peculiar, más práctico que brillante. Su mayor acierto está en la instalación: enroscarla y tener vigilancia en minutos es un concepto tan sencillo que resulta casi tentador. Durante el uso, cumple con lo que promete: imágenes 2K correctas, cobertura amplia gracias al movimiento PTZ y una visión nocturna que, sin ser espectacular, resuelve situaciones cotidianas. Para quien busque un refuerzo rápido y sin complicaciones, ofrece justo lo necesario.
Ahora bien, también es un dispositivo con límites claros. El diseño, aunque discreto, no engaña del todo, la dependencia de Wi-Fi 2,4 GHz puede dar algún quebradero de cabeza, y las funciones más completas se reservan para quienes estén dispuestos a pagar la suscripción. No sustituye a un sistema de seguridad completo, pero sí aporta un plus de tranquilidad en entornos domésticos. Dicho de otra forma: no es la cámara que te deslumbrará, pero sí la que puedes colocar sin esfuerzo y olvidar que está ahí mientras vigila. Lo mejor es que te puedes hacer con ella por menos de 40 euros en Amazon.
Resumiendo, la IMOU Bulb Cam es una solución versátil y discreta para la vigilancia del hogar, integrando cámara de 360° y luz inteligente en un formato de bombilla fácil de instalar. Destaca por su visión nocturna en color, inteligencia artificial que reduce falsas alarmas y audio bidireccional para interactuar a distancia. Además, permite personalizar zonas de detección y almacenar video en la nube o tarjeta SD, convirtiéndola en una aliada eficaz para la seguridad doméstica.