A pesar de que la probabilidad de que un rayo te caiga encima es realmente ínfima, lo cierto es que todo cambia y mucho si, en lugar de en tierra firme, te encuentras viajando en un avión. Como dato, comentarte que cada año se reporta al menos un caso en el que un avión es alcanzado por un rayo durante una tormenta.
Como puedes ver, al contrario de lo que puedas imaginar, al volar en un avión la probabilidad de que te alcance un rayo es bastante mayor a la que puedas tener si te encuentras en tierra firme, por otro lado, lo cierto es que estas descargas eléctricas suelen causar muy poco daño a la aeronave, quizá lo más preocupante pueda llegar a ser la experiencia de los viajeros ya que no suele ser demasiado agradable.
A pesar de que no suele dañarse un avión, la experiencia de que un rayo te golpee en pleno vuelo no es nada agradable
Debido precisamente a la necesidad que tienen las compañías de desarrollar algún tipo de arma para evitar que sus aviones sean alcanzados por un rayo, son varias las investigaciones y proyectos que se están realizando a lo largo de todo el mundo. En este sentido hoy quiero hablarte de uno que acaba de ver la luz gracias a un equipo de ingenieros del MIT, mismo donde se nos habla de una metodología muy sencilla que puede hacer que los aviones pasen desapercibidos cuando vuelan dentro de una tormenta.
Tal y como se explica en el paper que ha sido publicado por este equipo de investigadores, el problema que suelen tener los aviones cuando no tienen más remedio que volar dentro de una tormenta, por mucho que los pilotos intenten evitarlas, es que a la vez que se van moviendo por su interior el avión se va cargando con electricidad formando un polo negativo en uno de sus extremos y otro positivo en el otro.
Como seguro estarás imaginando, es cuestión de tiempo que esta carga alcance un nivel crítico en el avión creando así un flujo de plasma a su alrededor que cierra el circuito entre las nubes cargadas de electricidad y el suelo. En este justo momento es cuando se desencadena un rayo y la única razón por la que este no afecta a los pasajeros es debido a que el fuselaje del propio avión literalmente actúa como una especie de jaula de Faraday aislando todo lo que hay en su interior.
Como comentábamos y debido a que los pilotos suelen evitar tener que moverse en el interior de una tormenta, seguro que nunca te ha sacudido un rayo viajando dentro de un avión. Como detalle, comentarte que cuando esto ocurre dentro del avión se escucha un estampido brutal mientras varios de los equipos eléctricos pueden verse dañados, sobre todos los situados en el exterior de la jaula de Faraday como pueden ser las antenas del propio avión.
La solución encontrada pasa por cargar eléctricamente el fuselaje de los aviones
Para evitar esta desagradable experiencia, son muchas las compañías que han dotado a sus aviones de diferentes contramedidas aunque, al parecer, los científicos del MIT, en colaboración con expertos de la Universidad Politécnica de Catalunya y Boeing, han conseguido desarrollar una plataforma que consigue que no se generen estos rayos. La idea pasa por instalar en los aviones pequeños generadores que liberan una carga negativa en el exterior del fuselaje. La presencia de esta carga sirve para conseguir modular la carga producida por la tormenta.
La idea, a pesar de parecer un tanto extraña e incluso contraproducente, piensa que hablamos de generar una carga eléctrica en mitad de una tormenta, es perfecta para conseguir que no se generen rayos. Lo que se propone es conseguir que gracias a que el fuselaje del avión se carga negativamente de forma completamente uniforme se impide que se forme una carga dipolar y que el avión atraiga las descargas eléctricas. De momento la solución ya ha sido probada en túnel del viento obteniendo un resultado plenamente satisfactorio. De momento el siguiente paso es probar su efectividad en aparatos pequeños como puede ser un dron que vuele a gran altitud.
Más información: MIT