Muchos han sido los partidos políticos, de un gran número de países, que siempre se han cuestionado por que las administraciones públicas no hacen uso de Linux en lugar de tener que pagar las costosas licencias de Windows y de Office. En España, algunas provincias utilizan Linux desde hace varios años de forma habitual, al igual que otras ciudades europeas, pero parece que con el tiempo lo que en un principio parecía muy bonito se ha convertido en un cúmulo de problemas donde la productividad ha bajado considerablemente. Múnich es la última una ciudad que utiliza Linux para gestionar toda la información de sus administraciones públicas desde el año 2006, pero que ha decidido que ya es hora de volver a Windows.
O al menos eso es lo que han acordado los dos partidos que actualmente gobiernan en coalición en la ciudad. Según un portavoz del ayuntamiento, después de más de 10 años de haber migrado a LiMux (su propia distro) no están satisfechos con el funcionamiento y se encuentran muy por detrás de los estándares establecidos. Además afirma que desde que lo implantaron junto a OpenOffice como suite ofimática, la eficiencia y la productividad de los puestos de trabajo han disminuido notablemente, teniendo problemas para visualizar y editar documentos en otros formatos, para imprimir documentos… por no hablar del servicio técnico que tuvieron que crear específicamente para el mantenimiento.
La idea inicial de hacer uso de Linux en la administración de Múnich surgió en el año 2003, para tratar de abaratar costes sustituyendo las licencias de Microsoft por software libre, una propuesta que rápidamente obtuvo luz verde. Con el paso de los años, más de 15.000 ordenadores de las administraciones de Múnich han migrado a esta solución, pero parece que el experimento no ha salido tan bien como deseaban. Los costes previstos para volver a migrar los equipos a Windows no se ha anunciado, tampoco el coste del mantenimiento, que probablemente correrá también a cargo de Microsoft. Hace unos meses el gobierno de Brasil comenzó también a plantearse la posibilidad de regresar a Windows, después de haber adoptado una distro específica de Linux en todas las administraciones.