Desde el pasado 7 de noviembre, Microsoft pone a disposición de cualquier usuarios que quiera comprar una Xbox, la nueva Xbox One X, una consola con nos permite disfrutar de juegos en calidad 4k a 60 fps, siendo la primera consola del mercado en ofrecer esta posibilidad. Lógicamente el precio de la consola no es barato, 499 euros, lo que hace que para algunos usuarios sea la primera opción a descartar si están pensando en entrar en el mundo de los videojuegos, ya que la mayoría de usuarios suele ser fiel a la marca y es complicado que cambien de plataforma ante un nuevo lanzamiento.
Japón, sede de Sony y Nintendo, siempre ha sido un territorio donde Microsoft lo ha tenido complicado a la hora de luchar contra estos dos gigantes, y parece que el último lanzamiento se suma a la lista de fracasos de la compañía en el mundo de las consolas en el país. Según las primeras cifras de venta, Microsoft ha vendido tan solo, durante la primera semana, 1.344 Xbox One X. Si tenemos en cuenta las cifras de ventas durante la primera semana de lanzamiento de los últimos modelos de Nintendo y Sony, podemos ver que la cosa no funciona.
Durante la primera semana de lanzamiento de la Nintendo Swith, la compañía vendió casi 80.000 unidades mientras que Sony puso en el mercado algo más de 20.000 Playstation 4 durante su primera semana de lanzamiento en Japón. Fuera de Japón las cifras con muy superiores, ya que tan solo en Reino Unido han vendido 67.000 unidades. Lamentablemente cifras oficiales acerca de las ventas en Estados Unidos, el principal y más importante mercado de la Xbox para Microsoft.
Desde su lanzamiento en Japón, Sony ha puesto en circulación casi 5,5 millones de PlayStation 4 en sus diferentes modelos, mientras que Nintendo ya ha vendido en menos de un año casi 2.200.000 unidades de la Nintendo Switch, una consola que ha superado todas las expectativas que la firma japonesa había puesto en ella. La Xbox, en sus diferentes versiones, no ha llegado a superar las 100.000 unidades en toda su historia de ventas en Japón.