Microsoft ha hecho todo lo posible, o al menos eso pensarán en las oficinas de la compañía, para tratar de conseguir que su plataforma móvil de Windows se convirtiera en una alternativa a los dos grandes que reinan en el mercado y que de momento no dejan hueco a ningún otro: iOS y Android.
En su afán por tratar de convertir Windows Phone en un terminal popular, la compañía con sede en Redmond llegó a un acuerdo con la policía de Nueva York para dotar a todos los policías de la ciudad con un smartphone gestionado por Windows Phone. Concretamente el acuerdo puso en manos de los los policías 36.000 terminales Lumia 830 y Lumia 640 XL.
Microsoft además desarrolló una aplicación específica para que los agentes de policía pudieran tener acceso a la base de datos policial desde el propio smartphone. Si bien es cierto que para consultar datos, realizar llamadas y hacer alguna que otra foto estos terminales son más que suficientes, el departamento de tecnología de la policía ha decidido renovar todos los terminales por un iPhone, sin especificar el modelo concreto.
El problema que se ha encontrado este departamento es el anuncio que realizó el pasado mes de junio Microsoft anunciando que dejaba de ofrecer soporte a estos terminales. La seguridad en estos terminales es necesaria y el departamento de policía de Nueva York no puede jugar en este aspecto, poniendo en riesego el acceso a los datos que almacena.
Si bien es cierto que podría haber llegado a un acuerdo con Microsoft para que les siguiera ofreciendo soporte, parece que ni la propia Microsoft tenía mucha confianza en este sistema operativo que podríamos decir que nació muerto y Windows 10 Mobile no contribuyó a que mejorara la imagen de la plataforma móvil de Windows 10.
Además, Microsoft nunca se ha molestado en lanzar campañas de publicidad o llegar a acuerdos con las operadoras para ofrecer sus terminales como una alternativa perfectamente válida a iOS y Android en un mercado con continuo crecimiento.