La primera nave interestelar ya surca el espacio

No es la primera vez que hablamos en ActualidadGadget sobre el interés que tienen muchos investigadores y fanáticos de los viajes espaciales sobre cómo el ser humano puede llegar a otros planetas. La idea que tiene este grupo es precisamente la de trabajar y encontrar caminos de exploración diferentes a los que siguen las diferentes agencias espaciales del mundo demostrando así que otra mentalidad es posible.

Hay que reconocer que una de los grandes anhelos del ser humano, al menos desde que tenemos uso de memoria y las historias pasan de padres a hijos, es precisamente poder viajar entre las estrellas, una idea que ha originado muchos estudios, infinidad de libros y películas e incluso hasta videojuegos. Hasta ahora una idea muy lejana para el ser humano, al menos hasta que la ciencia ha avanzado hasta nuestros días permitiendo que diferentes ideas puedan hacerse realidad.

Breakthorugh, un grupo de científicos capaces de explorar el Universo por vías alternativas

Con este en mente es mucho más simple entender que es lo que está haciendo un grupo de investigadores independientes y todo tipo de personas con conocimientos e intereses comunes en este tipo de adelantos tecnológicos. Gracias a esto, hace algo así como un año más o menos conocimos sobre la creación Breakthorugh, una asociación que después de todo este tiempo acaba de anunciar que finalmente han conseguido su objetivo.

Ahora bien, antes de continuar, confesar que ni mucho menos estamos hablando de un grupo con financiación suficiente para conseguir diseñar y sobre todo fabricar una nave capaz de transportar en su interior a un grupo de personas más amplio o tan sólo reducido, esto sería demasiado complicado y lamentablemente la tecnología no lo haría posible, al menos de momento tal y como ya han comentado algunas voces capaces de representar a Breakthrough.

Sprite, una nave interestelar de tan sólo 3,5 centímetros de diámetro y 4 gramos de peso

Entrando un poco más en detalle, al parecer el día 23 de junio de este mismo año 2017, el grupo de investigación consiguió lanzar al espacio lo que ellos mismos han denominado como su primer lote experimental compuesto por nada menos que seis unidades de esta nueva clase de nave interestelar. Estas seis unidades han sido bautizadas con el nombre de Sprites y destacan por tener un tamaño de tan sólo 3,5 centímetros de diámetro, lo que les permite homologar un peso de tan sólo unos cuatro gramos.

Lo más interesante de todo esto, de ahí que hayan sido denominadas por el grupo de investigadores como una nueva generación de naves interestelares, es que gracias a la miniaturización de componentes, los investigadores e ingenieros que hay tras este desarrollo han conseguido integrar y dejar espacio para una antena, un procesador y unos cuantos sensores diminutos encargados de tomar mediciones en cuanto al estado y situación del Sprite.

Se espera que estas naves sean capaces de llegar a Alpha Centauri en tan sólo 20 años

El objetivo principal de este proyecto es la de conseguir lanzar miles de estas naves espaciales a Alpha Centauri, en caso de que no lo sepas hablamos del sistema interestelar más cercano al nuestro. La idea que hay tras este proyecto es muy sencilla, si conseguimos crear máquinas que sean realmente pequeñas, podríamos llegar mucho más rápido y de una manera mucho más sencilla a los diferentes rincones del universo.

En cuanto al proyecto en sí, tal y como han comentado sus responsables, su puesta en marcha fue todo un éxito y estas naves ya están en funcionamiento. El objetivo de las mismas es que todas y cada una de ellas pueda llegar a viajar a una velocidad máxima de unos 60.000 kilómetros por hora y que, una vez hayan llegado a Alpha Centauri puedan seguir enviando datos a nuestro planeta.

Según los cálculos que han realizado los responsables de este proyecto, al parecer todavía tendremos que esperar unos 20 años hasta que estas naves puedan llegar a Alpha Centauri. En comparación con la tecnología actual, comentarte que, en caso de lanzar un cohete, tendríamos que esperar unos 100 años.

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