Esperemos que a lo largo del día mis compañeros publiquen a alguna noticia más que no esté relacionada con Samsung, ya que en los últimos días está acaparando la mayoría de titulares, ya sea por los rumores relacionados con el Galaxy S8 o por la confirmación oficial que de la compañía está trabajando en el lanzamiento del Note 8, sino tenemos en cuenta la explicación oficial de la compañía sobre las explosiones del Note 7 que obligaron a la retirada de este dispositivo del mercado y que como hemos podido comprobar, no ha afectado a los resultados financieros de la compañía correspondientes al año que acabamos de terminar.
Tal y como muchos analistas afirmaban, la retirada del Note 7 apenas se ha reflejado en las cuentas que ha presentado la compañía, donde podemos comprobar como el beneficio operativo ha ascendido hasta los 7.930 millones de dólares en el último trimestre, trimestre en el que el Note 7 ya no se encontraba disponible. Estos beneficios son prácticamente el doble de los obtenidos por la compañía en el mismo período del año pasado. Nuevamente la división de semiconductores ha sido la encargada de tirar del carro de la compañía coreana.
Si hablamos de ingresos brutos, la compañía afirma haber obtenido unos ingresos durante el último trimestre de 45.800 millones de dólares, una cifra algo superior a la obtenida el año pasado. No solo la división de semiconductores ha sido la encargada de tirar del carro, sino que también las ventas de dispositivos, sobre todo del Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge han tirado del carro, junto con los nuevos terminales que la compañía lanzó el año pasado para tratar de competir en la gama media, con los modelos la seria A y Seria J, unos modelos que están siendo un éxito de ventas en todo el mundo.