Uno de los problemas que tienen los terminales de gama alta es que cuando comienzan a ser usados con ciertas tareas que consumen todos los recursos del sistema, éstos empiezan a sobrecalentarse. En estos meses de frío pasa casi desapercibido este problema, pero es en verano cuando casi podemos tener una patata caliente en nuestras manos.
LG tiene la idea de que esto no ocurra en su inminente LG G6 que será presentado en el MWC en Barcelona y es por ello que se está llevando a cabo rigurosas pruebas en la batería con una nueva tecnología basada en unos pequeños tubos o tubería de cobres que se encargan de disipar el calor y que este no se ubique en un punto concreto del terminal.
Esta tecnología, si la llevamos a otro tipo de dispositivos, como pueden ser los ordenadores, es capaz de reducir la temperatura entre un 6 y un 10%. Será incluso el LG G6 el primero dispositivo de esta compañía en utilizar esos tubos de cobres como una forma de disipar el calor que pueden tomar los componentes importantes del terminal.
Sony introdujo las tuberías de calor como una forma de reducir la temperatura en el Xperia Z2, Microsoft hizo algo parecido con su Lumia 950XL y Samsung comenzó a utilizar este tipo de tubos para la disipación en el Galaxy S7 y S7 edge justamente el año pasado. Lo curioso de estos tubos es que también estuvieron en el Note 7, aunque no ayudaron mucho para prevenir que éste se incendiara de forma inexplicable.
Por esto mismo, LG está pasando rigurosos tests de pruebas en la batería para asegurarse que el teléfono no se sobrecaliente. Éstos tests son pasados a un 15 por ciento más de temperatura que los estándares internacionales para Estados Unidos y Europa. Es la misma batería a la que también se la pone a prueba al lanzado un objeto pesado desde un lugar alto.
Un LG G6 del que vamos conociendo más gracias a estos vídeos.