Después de los problemas con las baterías, si finalmente se confirma como principal parte del problema además del diseño del terminal, han obligado a la compañía coreana a buscar alternativas para los próximos modelos que lanzará al mercado. Samsung reniega actualmente de su división de baterías, división que no nos extrañaría que se viera obligada a cerrar si la propia compañía con confía en ella, menos lo harán otros fabricantes. La compañía coreana está planteándose la posibilidad de llegar a un acuerdo con LG para que encargue de la fabricación de las baterías del próximo Galaxy S8 y sus variantes.
Actualmente ambas compañías compiten directamente en el mercado de los electrodomésticos, donde ambas compañías con más fuertes y las que ofrecen mejor relación calidad-precio. Sin embargo en el mundo de la telefonía Samsung es actualmente la compañía que más dispositivos vende, por lo que no podemos decir que sea una competencia muy directa de LG, aunque lo son. Un caso de colaboración parecida lo vemos con Apple y Samsung, quien siendo ambos los rivales directos a batir, Apple confía en Samsung para la fabricación de sus procesadores, una parte vital de los iPhone.
Según ha informado un ejecutivo de la compañía, Samsung está buscando proveedores para las baterías del próximo S8, y lo necesita para ya. Diseñar y llevar a producción la batería de un dispositivo electrónico requiere un período de unos seis meses, si quieren hacer las cosas bien. Si tenemos en cuenta que Samsung presentará el nuevo S8 en el próximo Mobile World Congress, los coreanos no pueden estar tanteando compañías como si fuera las hojas de una margarita, ya que se retrasaría mucho la salida de su gama alta al mercado. En los últimos años Samsung ha tratado de fabricar el máximo número de componentes de sus dispositivos, pero tras este problema, es probable que comience a depender de terceros para ello, al menos en cuanto a la batería se refiere.