Se acabó perderse en las salidas bajo tierra: los GPS ya operan dentro de los túneles de la M-30. La circunvalación madrileña estrena cobertura continua gracias a la instalación de 1.600 balizas distribuidas a lo largo de 48 kilómetros del trazado subterráneo.
La medida pone fin a las interrupciones de señal por la falta de visibilidad de los satélites en el interior. El sistema recurre a pequeños dispositivos que emiten una señal Bluetooth unidireccional, de bajo consumo y sin recopilar datos personales, para que las apps ubiquen el vehículo con precisión y mantengan la navegación activa.
Cómo funciona el sistema en los túneles de la M-30
Las balizas actúan como “puntos de referencia” digitales: envían una señal constante que los móviles pueden detectar, de modo que Waze y Google Maps calculan la posición exacta aunque el GPS quede fuera de alcance. Esta referencia adicional permite acertar con la salida correcta incluso en zonas con curvas encadenadas o bifurcaciones.
El despliegue no ha sido sencillo. La red subterránea de la M-30 suma 21 entradas y 26 salidas y cuenta con segmentos complejos, como el tramo Puente de Praga–Puente de Toledo, donde dos túneles discurren en paralelo y superpuestos. La instalación, a cargo de Madrid Calle 30 e Imesapi, se ha diseñado para resolver ese mapeo tridimensional sin perder precisión.
Cómo activarlo en Waze y Google Maps
Para aprovecharlo, basta con que el usuario tenga el Bluetooth activado y los permisos concedidos. En Waze no hay que tocar nada más; en Google Maps conviene ajustar una opción específica para que la detección sea automática dentro de los túneles.
- Waze: con el Bluetooth encendido, la app detecta las balizas y mantiene la guía sin cortes.
- Google Maps: activar en Ajustes > Navegación la opción “Balizas de túnel Bluetooth” y mantener el Bluetooth encendido.
Con esta configuración, al entrar en el subterráneo el teléfono detecta la baliza más cercana y continúa la ruta sin que el conductor tenga que hacer nada. Así se evitan dudas, giros a última hora y errores que obligaban a dar rodeos innecesarios.
Despliegue y cifras clave
En la M-30 se han colocado 1.600 dispositivos, espaciados aproximadamente cada 25 metros, cubriendo 48 km de túneles. El proyecto ha supuesto una inversión de 141.000 euros por parte de Madrid Calle 30 y beneficiará a más de 500.000 conductores diarios que utilizan la parte soterrada.
La iniciativa es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid, Madrid Calle 30, Google y Waze. Con este despliegue, Madrid se sitúa como la ciudad europea con la mayor red activa de esta tecnología y, a nivel global, solo Sídney la supera en volumen de balizas instaladas.
Próximas instalaciones en Madrid: 38 túneles, A-5 y Castellana
El Ayuntamiento ya trabaja para extender el sistema al resto de la ciudad: se colocarán 1.100 balizas adicionales en los 38 túneles urbanos con el objetivo de alcanzar una red total de 2.700 balizas en Madrid.
Además, los próximos subterráneos en ejecución —A-5 y Castellana— nacerán con esta tecnología incorporada. El Consistorio prevé que el soterramiento de la A-5 disponga de las balizas desde su apertura, contemplada en torno a 2027.
Qué cambia para los conductores
A partir de ahora la navegación será fiable y continua bajo tierra: las aplicaciones mantienen el posicionamiento y anticipan salidas con normalidad. Esto reduce maniobras de última hora, mejora la seguridad y hace más predecibles los tiempos de trayecto.
El sistema también respalda las funciones colaborativas de Waze y Google Maps para compartir incidencias en tiempo real (atascos, accidentes o trabajos). Las balizas no identifican al usuario ni registran datos personales; su señal es unidireccional y de bajo consumo, por lo que el impacto en la batería del móvil es mínimo.
La M-30 se convierte así en un entorno más sencillo de recorrer: con Bluetooth activado —y la opción de balizas habilitada en Google Maps—, el móvil mantiene la guía paso a paso dentro de los túneles exactamente igual que en superficie.
