Los robots mensajeros llegan a las calles europeas

Hace tiempo que sabemos que algunas empresas como Amazon trabajan para poder integrar drones voladores como parte de sus servicios de entrega de paquetes sin embargo, lo que es menos conocido es que también existen robots mensajeros terrestres capaces de entregar nuestros paquetes y documentos por sí solos.

Hasta ahora, estos robots mensajeros eran poco más que un proyecto, en tanto que carecían de los permisos necesarios para operar. Pero la cosa está cambiando, tanto que Estonia se acaba de convertir en el primer país europeo en permitir que estos mensajeros artificiales circulen por las aceras de sus calles.

Los robots mensajeros circularán entre personas

Starship Technologies es la compañía responsable de estos robots mensajeros, y desde hace ya bastante tiempo mantiene contactos con gobiernos europeos y estadounidenses con el firme propósito de obtener las licencias necesarias que le permitan poner en marcha sus artilugios. Y poco a poco, lo está consiguiendo.

En Estados Unidos, las legislaciones estatales de Idaho y Virginia concedieron recientemente el permiso oficial para que estos pequeños robots mensajeros puedan circulan por las aceras de sus calles. Y ahora, Estonia se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en seguir estos pasos.

En el día de ayer, el parlamento de Estonia aprobó por unanimidad (86 votos a favor y 0 votosa en contra), que estos mensajeros artificiales y autónomos puedan circular por las aceras del país junto con el resto de viandantes para entregar paquetes, documentos, comida, etcétera.

Medidas especiales para unos mensajeros especiales

Evidentemente, tal y como ya estarán imaginando, existe una serie de normas al respecto. Por ejemplo, los robots en cuestión no podrán tener una altura superior a un metro, ni una anchura superior a 1,2 metros, ni tampoco podrán pesar más de 50 kilos. Y no es la única norma específica que estos aparatos deberán cumplir en el estado báltico.

Tanto la parte frontal como las partes laterales de estos robots deberá ser de color blanco, la idea es que sean lo suficientemente visibles para evitar percances. Y por esta misma razón, deberán incorporar reflectores rojos y luces en la parte trasera para facilitar su visibilidad por la noche y en condiciones de poca luminosidad.

Los robots de seis ruedas de Starship Technologies parece que ya cumplen con los criterior marcados por la legislación de Estonia, además de ser los robots más prominentes. Sin embargo, la batalla de la competitividad no ha hecho más que comenzar pues, una vez regulado el uso de estos robots mensajeros, Starship tendrá que competir con otros rivales como Dispatch y Marble, compañías que ya llevan un tiempo operando en California.

Por qué en Estonia

Tal vez a muchos pueda sorprender que sea precisamente Estonia el país de Europa que tome la iniciativa al respecto de legislar sobre el uso de este tipo de robots mensajeros sin embargo, lo cierto es que no se trata de ninguna sorpresa. Estonia es un país que ha demostrado un notable progreso en cuanto a la implantación de nuevas tecnologías se refiere. Sin ir más lejos, desde la web Engadget señalan que Estonia es el país donde puedes cargar tu coche eléctrico en prácticamente cualquier, votar online en las elecciones generales y convertirte en “ciudadano digital» sin la necesidad de vivir allí. Así, tampoco extraña que Starship Technologies mantenga una oficina de ingeniería en Estonia.

Sin duda alguna se trata de una tecnología que “aún está en pañales” por lo que muchos gobiernos aún no ven la necesidad de legislar al respecto, al tiempo que otros no acaban de estar muy convencidos de que dejar que robots mensajeros autónomos y semi-inteligentes circulen por las calles entre personas sea una buena idea. Tanto es así que recientemente, un supervisor de la ciudad de San Francisco, Norman Yee, propuso una legislar precisamente para mantener estas máquinas lejos de las zonas peatonales argumentando un riesgo de seguridad pública. Aún así, todo hace apuntar a que el avance, aunque lento, será imparable, lo que plantea una nueva cuestión ya presente en otros sectores: ¿supondrá una pérdida de puestos de trabajo o estos robots mensajeros se dedicaran a entregas concretas que permitirán a las personas trabajar de manera más eficiente?


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