Nos gustan los gadgets, y también la curiosidad, por eso hoy os traemos algo ligeramente diferente, y es que a menudo, ya sea por trabajo o por ocio, nos toca viajar. Por eso vamos a compartir una información que puede ser inservible pero útil al mismo tiempo (qué sino). Y es que se han descubierto cuáles son los seis lugares más sucios, biológicamente hablando, dentro de un avión de pasajeros, por eso, deberías saber qué tipo de lugares evitar, o al menos, resignarle a utilizarlos a pesar de su poco idoneidad en lo que a higiene se refiere. Vamos con ello, te presentamos los seis lugares más sucios de un avión de pasajeros.
Los chicos de Microsiervos se han hecho eco de esta información, transmitida por Drexel Medicine, una página web bajo el mando de una organización dedicada a los estudios médicos. Vamos allá con el listado:
- El bolsillo porta-revistas del asiento: Justo en frente, ahí está, no solemos meter nada ahí por miedo a olvidarlo o por su dudosa estabilidad, pero siempre hay incluidas revistas, y cómo no, el folleto informativo, para que se te pongan los pelos como escarpias ante un posible accidente inminente.
- Las bandejas: Ahí es donde tú te comes el desayuno tan rico que sirven en SwissAir, sin embargo, otros pueden haber hecho cosas como cambiar el pañal a un bebé.
- Los baños: Razones obvias, el civismo es algo que se pierde automáticamente tras cerrar la puerta de un aseo.
- La pantalla: Cada vez son más los aviones que cuentan con pantallas, sistemas de entretenimiento que tocarán niños, y no tan niños, con poca afición a lavarse las manos.
- Las revistas: Una combinación fatal, manos sucias y el bolsillo porta-revistas, indudable mezcla.
Así pues, parece que lo más recomendable es tocar lo menos posible estos lugares, o resignarte a tocarlos corriendo con el riesgo.
2 comentarios, deja el tuyo
Estáis insinuando que el servicio de limpieza que trabaja en los aviones no hace bien su trabajo? Porque de lo contrario no tiene sentido nada de lo que pone en el artículo.
Interesante artículo pero yo no me infecto en un avión, ja, ja … ni me he montado, ni me montaré. Para que yo me suba a un avión me tienen que poner una inyección como al negro del «equipo A».