El proyecto de ampliación de la Región AWS en Aragón acelera tras publicarse en el Boletín Oficial de Aragón la aprobación parcial y definitiva del Plan de Interés General de Aragón (PIGA). Con ello, la inversión de 15.700 millones de euros empieza a traducirse en máquinas y actividad sobre el terreno.
La autorización permite iniciar de inmediato movimientos de tierras, urbanización y reparcelación en los ámbitos previstos para nuevos centros de datos y centros de medida, mientras la construcción de los edificios principales queda pendiente de aprobaciones posteriores. Las primeras actuaciones se concentran en Villanueva de Gállego, Huesca (Walqa), El Burgo de Ebro y Zaragoza, además de los centros de medida en Villanueva de Gállego, La Sotonera y Zaragoza.
Qué se ha aprobado y qué permite
El acuerdo del Consejo de Gobierno declara «directamente ejecutables» los proyectos de movimiento de tierras y electrificación en dos enclaves de Villanueva de Gállego, y habilita la urbanización en Huesca, El Burgo de Ebro y Zaragoza-La Cartuja, esta última a la espera del proyecto de reparcelación correspondiente.
Se contempla la declaración de utilidad pública para las expropiaciones necesarias y la liberación de aquellas ya adquiridas por la promotora. En esta tramitación han intervenido diferentes organismos —como la Confederación Hidrográfica del Ebro, Adif y el Ministerio de Defensa— en un proceso que la Administración autonómica reivindica por su agilidad.
En materia ambiental, el INAGA fijó condiciones a cumplir y optó por no exigir evaluación de impacto ambiental ordinaria en esta fase del PIGA, manteniendo las evaluaciones integradas de los centros en tramitación. Además, se requerirá a la empresa el módulo de reserva especial de aparcamiento previsto en la ordenación urbanística de cada emplazamiento.
Con la habilitación vigente, pueden iniciarse trabajos topográficos y de excavación que, en conjunto, contemplan hasta 2,4 millones de metros cúbicos de movimiento de tierras en los próximos meses, de forma prácticamente simultánea en todas las ubicaciones salvo La Cartuja, que avanza en su reparcelación.
Dónde estarán las nuevas instalaciones y dimensiones
La expansión se apoya en suelo próximo a infraestructuras existentes y en emplazamientos evaluados por criterios técnicos y ambientales preliminares. En Huesca, junto al Parque Tecnológico Walqa y al otro lado de la A‑23 respecto al centro operativo de Plhus, se desarrollarán unas 62 hectáreas.
En el entorno de Villanueva de Gállego la ampliación añadirá alrededor de 85 hectáreas al complejo ya en funcionamiento, mientras que en El Burgo de Ebro el crecimiento estimado es de unas 44 hectáreas.
En Zaragoza capital, el polígono Empresarium (Cartuja Baja) incorpora en torno a 147 hectáreas previstas para futuro despliegue, con el expediente de reparcelación de La Cartuja aún en curso para integrarse en el conjunto del plan.
El PIGA recoge además expropiaciones asociadas: 34 parcelas que suman 108 hectáreas para los suelos principales, y otras 240 hectáreas reservadas a redes e interconexiones energéticas e hídricas que alcanzan términos de Chimillas, Almudévar y Lupiñén, entre otros.
Impacto económico, empleo y calendario
La apuesta económica total asciende a 15.700 millones de euros en la próxima década. El estudio financiero estima en torno a 3.280 millones la obra civil, a lo que se sumará equipamiento interno de los centros e inversiones complementarias hasta alcanzar la cifra global.
El calendario de ejecución sitúa la construcción de los centros de datos principales entre 2026 y 2029, con una rampa de despliegue que llevaría a la región a su pleno rendimiento a medio-largo plazo. Entretanto, los trabajos previos de urbanización y excavación comenzarán esta misma semana.
En paralelo, la aprobación comporta la cesión del 10% del aprovechamiento medio a favor del Gobierno de Aragón y los ayuntamientos implicados, que se monetiza en algo más de 5,07 millones de euros en conjunto, conforme al PIGA.
La ejecución se articula con varias adjudicatarias: Acciona —con apoyo de Levitec en la parte eléctrica— para el complejo de El Burgo de Ebro; Itercon y Cobra en Villanueva de Gállego; Carbonell Figueras junto a Levitec en Huesca; y Dragados en La Cartuja, cuya tramitación urbanística continúa avanzando.
En empleo, las previsiones sitúan hasta 1.000 operarios en obra durante los picos de construcción y alrededor de otro millar de puestos una vez operativas las instalaciones. A escala agregada, AWS calcula la creación de 6.800 empleos en Aragón y hasta 17.500 en España a lo largo de la década, entre construcción, operación, ingeniería y telecomunicaciones.
Este impulso consolida a Aragón como polo tecnológico al calor de la nube y la economía digital, con una tramitación rápida, condicionantes ambientales tasados por el INAGA y coordinación administrativa para facilitar las primeras fases, que —según el Ejecutivo— disponen de energía suficiente antes de los escalados previstos. Queda por incorporar La Cartuja cuando finalice su reparcelación, mientras el resto de ubicaciones ya mueven tierra para desplegar la ampliación.