Windows 11 llega muy bien armado en seguridad, pero con unos cuantos ajustes y hábitos puedes llevarlo a otro nivel y blindar tu PC sin complicarte. En esta guÃa reunimos trucos, funciones nativas y decisiones inteligentes que marcan la diferencia frente a malware, phishing, intrusiones y fugas de datos.
Vas a encontrar desde lo básico que nunca falla (actualizaciones, antivirus y cuentas bien configuradas) hasta medidas avanzadas como SmartScreen, reglas de reducción de superficie de ataque, acceso controlado a carpetas y controles finos de privacidad y permisos. Además, añadimos recomendaciones para tu red, el navegador y hasta qué funciones conviene desactivar cuando no las uses.
Mantén Windows 11 y tus aplicaciones siempre al dÃa
La primera lÃnea de defensa es obvia, pero crucial: actualizar el sistema y el software. Entra en Configuración > Windows Update y pulsa en «Buscar actualizaciones» para instalar parches y reiniciar cuando toque; repite este gesto con el navegador, apps de mensajerÃa, videollamadas y cualquier programa sensible que uses a diario.
Además de nuevas funciones, cada parche cierra agujeros que los atacantes aprovechan. Llevar todo al dÃa reduce drásticamente las ventanas de exposición y mejora el rendimiento general del equipo.
Analiza amenazas con Seguridad de Windows
Si sospechas actividad rara, no te lo pienses: abre la app Seguridad de Windows, entra en «Protección contra virus y amenazas» y ejecuta un Examen rápido. Si te quedas intranquilo, lanza un análisis más exhaustivo para revisar a fondo el dispositivo.
Comprueba que la protección en tiempo real, la protección en la nube y el bloqueo de aplicaciones potencialmente no deseadas (PUA) estén activos. AsÃ, Microsoft Defender Antivirus vigila continuamente, se actualiza solo y combina heurÃstica, análisis de comportamiento y la nube para frenar amenazas emergentes en segundos.
No olvides habilitar la Protección contra alteraciones (tamper protection) para impedir que el malware intente desactivar el antivirus, la monitorización del comportamiento o borre las firmas. Este simple interruptor evita que un ataque deje tu defensa a cero sin que te enteres.
SmartScreen y Protección de red: doble cortafuegos contra trampas
Activa Microsoft Defender SmartScreen para que te avise ante sitios y descargas peligrosas. Este sistema contrasta webs con listas dinámicas de phishing y malware, analiza comportamientos sospechosos e incluso alerta si vas a introducir credenciales de Microsoft en ubicaciones de riesgo.
Para cubrir también navegadores y procesos de terceros, Windows 11 incorpora Protección de red: bloquea estafas y descargas maliciosas fuera de Edge. En entornos empresariales, se integra con Microsoft Defender para punto de conexión, permitiendo marcar direcciones IP o URLs como indicadores de compromiso.
Reduce la superficie de ataque y mitiga vulnerabilidades
Las reglas de reducción de superficie de ataque (ASR) evitan acciones que los atacantes utilizan a menudo: scripts ofuscados, macros que llaman a API sensibles o ejecutables que descargan otros archivos. Activarlas limita comportamientos raros sin romper tu flujo de trabajo normal.
Complementa lo anterior con Protección contra vulnerabilidades (Exploit Protection). Aplica mitigaciones modernas a procesos y apps, y si gestionas varios equipos, prueba el modo auditorÃa para ver el impacto antes de imponer polÃticas. Es una capa extra frente a exploits que buscan fallos especÃficos.
Microsoft Defender Antivirus: protección de última generación
Defender viene integrado y, salvo que instales otro antivirus, se ocupa de todo: protección en tiempo real, análisis de comportamiento, aprendizaje automático, firmas en la nube y detección de PUA. Si instalas una suite de terceros, Defender se desactiva automáticamente; si la desinstalas, volverá a activarse sin intervención.
Sus actualizaciones llegan a diario, lo que unido a la protección en la nube permite bloquear amenazas nuevas casi al instante. Para la gran mayorÃa de usuarios, es una base sólida que no consume recursos excesivos y se integra como un guante en el sistema.
Autenticación y cuentas: más barreras, menos sustos

Ve a Configuración > Cuentas > Opciones de inicio de sesión y configura Windows Hello (PIN, huella o rostro) si tu hardware lo permite. Este método es rápido y más resistente a ataques que una contraseña clásica reutilizada por costumbre.
Para invitados o familiares, crea cuentas estándar desde Cuentas > Otros usuarios. AsÃ, cualquier cambio sensible pedirá las credenciales del administrador. Mantén activo el Control de cuentas de usuario (UAC) para interceptar modificaciones del sistema que no hayas autorizado.
Si sueles alejarte con el móvil encima, habilita el Bloqueo dinámico en Opciones de inicio de sesión: al perderse la conexión Bluetooth, Windows bloquea la sesión de forma automática, evitando que alguien toquetee tu escritorio a tus espaldas.
Privacidad al detalle: qué datos envÃas y cuáles no
En Configuración > Privacidad y seguridad controla la telemetrÃa: limita los datos de diagnóstico opcionales, desactiva experiencias personalizadas y borra periódicamente los datos que Microsoft tenga de tu dispositivo.
En Permisos de Windows > General, puedes apagar el identificador de publicidad, impedir que Windows rastree aperturas de aplicaciones y evitar que las webs accedan a tu lista de idiomas para personalizar contenido sin pedir permiso.
Desactiva el reconocimiento de voz en lÃnea si no lo necesitas, revisa la personalización de escritura y manuscrita y considera apagar el Historial de actividades si no usas la sincronización entre dispositivos. Todo suma para reducir huella.
En Permisos de búsqueda, limita las búsquedas en la web desde el menú Inicio y ajusta el filtrado; en «Buscando en Windows» excluye carpetas sensibles de la indexación para que su contenido no aparezca al teclear en el buscador local.
La opción «Encontrar mi dispositivo» tiene sentido en portátiles por si hay pérdida o robo, pero en un PC de sobremesa puedes desactivarla para ganar privacidad si no le ves utilidad.
Permisos de aplicaciones: decide qué ve cada app
Bajo Privacidad y seguridad > Permisos de la aplicación controla el acceso a ubicación, cámara, micrófono, contactos, calendario, archivos y más. Puedes desactivar el acceso global de Windows a un tipo de dato o dejarlo activo y decidir app por app cuál puede entrar y cuál no.
Revisa con calma la lista y corta de raÃz permisos que no tengan sentido. Un editor de texto, por ejemplo, no necesita micrófono ni ubicación; un reproductor de música no deberÃa leer tus SMS. Cuanto menos vean, menos superficie de exposición.
Descarga solo de fuentes confiables
Para instalar software, prioriza la Microsoft Store o la web oficial del desarrollador. Evita repositorios dudosos y, si recibes adjuntos por correo (PDF, Word, ejecutables), desconfÃa por defecto cuando no esperes nada de esa persona o dominio.
Los atacantes empaquetan malware en instaladores aparentemente legitimoss. Un verificador de firmas, el juicio crÃtico y SmartScreen te ahorran infecciones por un clic impulsivo.
Herramientas de seguridad adicionales (con cabeza)
Si quieres una segunda opinión, existen antivirus de terceros como Avast o Bitdefender con buenas valoraciones. Únelos a un firewall bien configurado y extensiones del navegador que bloqueen rastreo y scripts sospechosos.
Instala solo lo imprescindible y desde fuentes oficiales. Incluso un add-on útil puede convertirse en un coladero de datos si lo descargas de la tienda equivocada o si el desarrollador cambia de manos sin avisar.
Revisión periódica: pequeños gestos, gran impacto
Márcate una rutina mensual: verifica que Windows Update no acumula pendientes, revisa que tu antivirus está actualizado y operativo, desinstala aplicaciones que ya no usas y comprueba que los permisos siguen como los dejaste.
Esta revisión disminuye el tiempo que una amenaza podrÃa actuar en silencio. Detectar pronto un programa entrometido o un parche crÃtico sin instalar te puede salvar de un susto serio.
RAT y phishing: la puerta trasera que no ves
Un RAT (Remote Access Trojan) permite a un atacante controlar tu equipo a distancia y espiar datos, cámara o micrófono sin dejar apenas rastro. Suelen llegar camuflados en instaladores, adjuntos o cracks.
La mejor defensa es preventiva: usa un antivirus competente, activa SmartScreen y ASR, aplica actualizaciones, crea contraseñas robustas y activa la verificación en dos pasos donde esté disponible. Con el correo y la mensajerÃa, desconfÃa de enlaces, premios o avisos alarmistas que te empujen a actuar sin pensar.
Existen herramientas legÃtimas de recuperación de contraseñas pensadas para administradores y propietarios que han perdido acceso, pero no conviene detallar su uso porque también pueden facilitar accesos no autorizados. Lo importante es blindar tus cuentas para no necesitarlas y mantener siempre el control.
Endurece Windows deshabilitando funciones que no uses
Cuantas menos puertas abiertas, menos posibilidades de intrusión. Si no las necesitas de forma habitual, desactiva estas caracterÃsticas y actÃvalas solo cuando realmente las vayas a usar:
Escritorio remoto
Si no conectas a tu PC desde fuera, entra en Configuración > Sistema > Escritorio remoto y apágalo. Con credenciales robadas, un atacante podrÃa acceder a tus datos a distancia sin que te enteres.
Uso compartido de archivos e impresoras
En redes públicas no te interesa exponer recursos. Ve a Red e Internet > Configuración de red avanzada > Uso compartido avanzado y desactiva compartir tanto en redes públicas como privadas si no lo utilizas.
Historial del portapapeles
El historial guarda lo que copias. Si manejas información sensible, ve a Sistema > Portapapeles y desactÃvalo o bórralo con frecuencia para que nadie recupere datos si toca tu sesión.
Historial de actividades
Sirve para retomar tareas entre equipos, pero también acumula metadatos sobre lo que haces. En Privacidad y seguridad desactiva su almacenamiento y borra el historial si no lo aprovechas.
Windows Script Host
Si no usas automatizaciones avanzadas, puedes deshabilitar Windows Script Host para cerrar una vÃa común de ejecución de scripts maliciosos. Es reversible cuando lo necesites.
Detección de redes
Evita que otros dispositivos te vean cuando te conectas a redes no confiables. En Uso compartido avanzado, apaga la detección de redes en públicas (y privadas si no compartes nada).
Asistencia remota
Úsala solo con gente de total confianza y apágala el resto del tiempo desde Propiedades del sistema > Remoto. Reducirás la posibilidad de control no autorizado por ingenierÃa social.
Conexiones Wi‑Fi automáticas
No te reconectes sin pensar a Wi‑Fi antiguas. En Wi‑Fi > Administrar redes conocidas desmarca «Conectarse automáticamente» en las que ya no consideres confiables para evitar ataques en redes trampa.
Refuerza la red y los dispositivos conectados

El PC no vive aislado: blinda también el router con contraseña fuerte y cifrado WPA2/WPA3, actualiza su firmware y desactiva WPS. Escanea con tu antivirus los USB y discos externos antes de abrirlos.
Un móvil o un portátil vulnerables en la misma red pueden ser la vÃa de entrada hacia tu equipo. Mantén todos tus dispositivos al mismo nivel de higiene digital.
VPN, proxy y DNS: más privacidad en Internet
Configura una VPN de confianza desde Configuración > Red e Internet > VPN para ocultar tu IP real y cifrar el tráfico. DesconfÃa de VPN gratuitas que moneticen tus datos.
En la sección Proxy puedes dejar la detección automática o definir un proxy manual si tu proveedor lo requiere. Además, cambiar los DNS por unos reputados (por ejemplo, orientados a privacidad o seguridad) puede mejorar protección y velocidad.
Para hacerlo, abre las propiedades del adaptador de red, entra en el Protocolo de Internet (IPv4) y especifica servidores DNS de tu elección. Es un ajuste sencillo que marca diferencia en navegación y filtrado.
Trucos de Windows 11 que también ayudan
El llamado «Modo Dios» crea una carpeta con acceso a centenares de opciones del sistema, perfecto para centralizar ajustes sin ir menú a menú. Úsalo con cabeza: poder no es lo mismo que necesidad.
Si buscas más chispa, el plan de Alto rendimiento mejora la respuesta del sistema (a costa de energÃa), los escritorios virtuales ordenan tu trabajo, el historial del portapapeles te ahorra tiempo y el Asistente de concentración reduce distracciones mientras haces tareas delicadas.
El inicio rápido acelera el arranque y el control por voz puede ayudarte en accesibilidad, pero recuerda equilibrar comodidad y privacidad en cada ajuste que actives.
Navegador y buscador: menos rastreo, misma utilidad
Elige un navegador que te permita bloquear rastreadores y cookies de terceros, revisa su configuración de privacidad y añade extensiones de confianza para reforzar el filtrado.
Valora usar buscadores que reduzcan el perfilado y ajusta las opciones para que se envÃe la mÃnima información necesaria. Las decisiones fuera de Windows cuentan tanto como lo que configuras dentro.
Con estos pasos habrás cerrado brechas obvias, activado capas avanzadas que pocos aprovechan y afinado la privacidad sin renunciar a la comodidad. La combinación de actualizaciones constantes, Defender bien configurado, SmartScreen, reglas ASR, permisos bajo control y algunas funciones desactivadas cuando sobran es justo lo que necesitas para que Windows 11 sea un sistema fiable, discreto y preparado para el dÃa a dÃa.