De un tiempo a esta parte, y antes de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, algunas compañías tecnológicas habían optado por no colaborar con el gobierno americano en temas de privacidad, es decir, en no ofrecer acceso a las cuentas o dispositivo de los usuarios. Todos recordamos el caso del iPhone con el FBI, iPhone que ante la negativa de Apple a desbloquearlo, obligó a la Agencia Federal de Investigación a recurrir a una empresa israelí. Pero no fue Apple la primera que se plantó. En el año 2014, Microsoft fue llevada a los tribunales por que se negaba a entregar los datos de un usuarios, datos que se alojaban en servidores situados fuera de Estados Unidos.
En esta ocasión, el gigante de la informática, ha vuelto a ganar al gobierno americano, nuevamente en un juicio por el mismo motivo, pero en este caso, ha sentado un precedente que les permitirá a todas las compañías tecnológicas utilizarlo para defenderse de las futuras solicitudes del gobierno. Microsoft hizo uso de una ley de 1986 en la que se indica que los correos electrónicos almacenados fuera de territorio americano no están sujetos a los solicitudes o demandas internas.
Pero el gobierno americano todavía tiene la posibilidad de interponer un último recurso que lleve el caso al Tribunal Supremo de Estados Unidos, antes del próximo martes. No sabemos si ahora que Donald Trump ya es el presidente de los Estados Unidos, y está comenzando a cumplir con las promesas de sus campañas electoral, tendrá la intención de meterse de lleno en la privacidad de los usuarios y sacarse una ley de la manga que obliga a cualquier empresa a facilitar los datos de sus usuarios, independientemente de si sus datos están alojados en territorio americano o fuera de él.